Vivimos en una sociedad en la que hay psiquiatras para perros y que los animales tienen derechos pero no deberes. Algunos de dos patas también se lo creen. Este país que protege a los delincuentes y castiga a quienes honradamente se esfuerzan y trabajan no va por buen camino. Los okupas dentro de la casa y la dueña detenida por intentar recuperar su propiedad. En algunos países después de regalar su munición de defensa a Ucrania se han dado cuenta de que no la han repuesto, y sistemas de defensa sin munición es como tener pistolas de juguete que sólo apuntan.
Ernst Bloch escribió un libro titulado 'El principio esperanza', en él trata de que la esperanza está enamorada del triunfo y situada sobre el miedo. La esperanza siempre hace que los hombres se proyecten hacia el exterior. No soporta una vida de perro y los manejos del miedo. El hombre sueña con una vida mejor, la esperanza no permite la renuncia. Pensar y soñar significa traspasar y negar la indigencia.
La cultura de la cancelación es pura necedad y que los animales tienen derechos pero no deberes. Algunos de dos patas también se lo creen. Los ataques en masa, la cacería al hombre y sus ideas, recuerda los linchamientos. Se puede discrepar de otros y aprender y escuchar no para cambiar de opinión sino para mejorar y ampliar nuestros conocimientos. El descrédito general en el que vivimos inmersos hace que algunos busquen venganza desde su moral amoral para no quedar en evidencia que no han levantado el culo del sofá. Einstein afirmó un día que la gente débil se venga, la gente fuerte perdona y la gente inteligente ignora.
En 2008 la economía de la UE era similar a la de EEUU, dieciséis años más tarde la de EEUU duplica a la europea. Hemos aplicado los mecanismos impuestos por Alemania que han hecho de ésta el vagón suicida de la UE, su política rojiverde, climática e igualitaria nos está llevando a todos a la ruina. Italia advierte que la automoción europea está colapsando y pide a la UE una intervención inmediata. Castilla y León cuya economía depende de la industria del automóvil no puede quedarse a verlas venir. En la UE falta liderazgo y sobra burocracia. Demasiadas personas poco preparadas profesionalmente en puestos clave.
Los que nos administran quieren imponernos otra oleada de impuestos. Pese haber recaudado un 40 por ciento más, el ciudadano no ha visto mejorada su calidad de vida en ese porcentaje. La ciudadanía que trabaja está harta de que la mientan, que la engañen y de pagar y pagar. Se empieza a estar hartos. Hay un principio clave en la mayoría de los países del mundo y es que de cualquier acto ilícito no puede salir consecuencia lícita. Hay que empezar a dar la vuelta a muchas cosas entre ellas la okupación, volver a hacer lícitas muchas leyes, no tolerar la desinformación dirigida desde las altas instancias, en definitiva, la sociedad necesita honestidad que es lo mismo que volver a la honradez.