La Feria das Tradições de la ciudad de Pinhel cerró sus puertas el domingo por la noche batiendo todos los registros posibles desde su primera edición, en este año de 2017 corría ya la XXII. Y parece que fue ayer cuando comenzó su andadura el mayor evento que se celebra en la Beira Interior.

Han sido más de 200 expositores –con presencia de la Diputación de Salamanca, con la presencia de la vicepresidenta, Chabela de la Torre, y el Ayuntamiento de Guijuelo, con su alcalde, Julián Ramos, a la cabeza, que se convirtió en centro de atracción por su Jamón Guijuelo-, más de 50.000 visitantes los que pasaron por los cinco pabellones expositivos. Pero también, la feria fue un lugar común de convivencia y mucha animación. “Un éxito total” en palabras de la organización, que corrió a cargo de la Câmara Municipal de Pinhel, que preside Rui Ventura.

Grandes nombres de la música portuguesa contemporánea pasaron por el escenario de la XXII Feira das Tradições. Anselmo Ralph, Santamaria, Sangre Ibérico, DJ Diego Miranda y, para cerrar el evento, Áurea, una voz inconfundible del soul portugués.

“Sentimiento del deber cumplido”

En palabras del presidente Rui Ventura, la XXII Feira das Tradições e Atividades Económicas de Pinhel llegó a su final con “el sentimiento del deber cumplido y con el agradecimiento al público y a todos aquellos que dieron vida, alma y corazón al certamen que, durante tres días, atrajo a más de 50.000 visitantes, superando el record alcanzado en la edición anterior”.

Desde la perspectiva de tres días ya con el telón del escenario bajado, la ciudad de Pinhel ha consolidado un evento que ya transciende fronteras. Así, a pesar de la fiesta de Carnaval que se celebra en ambos lados de la frontera, son miles de personas las que buscan otra diversión más allá del jaleo, el disfraz, el toro o la cerveza. Es la sensación del concierto, la buena música, el relax y la convivencia en un espacio que invita al sosiego.

Era entrar en el recinto y encontrarse con la muestra más exquisita y puntual de las tradiciones, artes y oficios que entrañan las diversas freguesías. Es el interés por el mundo rural que aún anida en esos pueblos y aldeas del concejo. Es la historia y las creencias resumidas en sus pelourinhos, cruceros y blasones que dieron nombre a esta edición.

Seguimos el paseo para entrar en el espacio del sosiego, de la tranquilidad… es sumergirse en la bodega de la Feria del Vinho da Beira… Son los productos locales de tinte artesanal. Vino, aceite, cavacas, miel, dulces, compotas… es la esencia del paladar más exquisito. Es el lugar para sentarse y convivir con una copa de vino o degustando un apetitoso queso.

También está el espacio para Salamanca, con el stand turístico de la Diputación y el del Ayuntamiento de Guijuelo, donde el jamón se convirtió en la sensación y lugar de visita de todos los visitantes. Todo un lujo para los pinhelenses contar con esta presencia.

Al final estaba el lugar más amplio, donde se concentraban las diversas actividades económicas. Era el lugar para comprar, vender, observar… Y, finalmente, el gran espacio donde se encontraba el escenario para los grandes conciertos. Era también, el lugar para las tasquinhas y restaurantes. Para degustar platos de todo tipo y condición –la variedad de la cocina portuguesa- y también para vivir la noche… Sin lugar a dudas, un evento que marca un antes y un después en los eventos de la Beira Interior y en la frontera seca, de un lado y otro.