El Festival Intercéltico de Sendim bajó el telón este sábado con la apoteosis de la irlandesa Niamh Ní Charra, que compartió escenario con los escoses de Dallahan. Las dos formaciones en una noche de sábado que ya se ha convertido en la gran noche del folk fronterizom, en cuanto que como sábado acuden decenas de españoles de los pueblos de la frontera del Duero y, más, cuando la meteorología acompaña y también la organización.

Antes de entrar en detalles de los dos conciertos, conviene recordar que fueron presentados tres libros en a Aldeia dos Zoelas -un nuevo espacio de convivencia en el que el acceso es gratuito-así como la actuación de Fado en Mi, que llegaron desde Mogadouro, y el cantautor Manuel Teixeira, voz y guitarra y que llenó el espacio de emociones intepretando a los poetas. Estas actividades, estrictamente culturales, dieron paso a las aulas de Danzas Mirandesas, en Largo da Igreja, donde se acumularon aficionados para aprender un poco más de estos pasos de baile sugerentes. Todo ello de la mano del gaiteiro/tamborilero Henrique Fernandes y miembros del Rancho Folclórido de Prado Gatão. Mientras, la terraza del Café Passareiro estaba atestada de público, ya que se ha convertido en lugar de reunión como un espacio más del Intercéltico y, además, para mitigar el asfixiante calor con un refresco.

Un 20 aniversario de referencia folk

En cuanto a lo conciertos, el público presente -con mayor asistencia que en ediciones anteriores, recuperando, quizás, ese espíritu musical, reivindicativo y también festivo y de convivencia- elogió la elección del nuevo espacio, en lo que fueron jardines y patios de la antiguas escuelas. Donde el sonido y la luz y la vegetación hacían del lugar el rincón ideal para disfrutar del nivel de unos conciertos únicos. Es la peculiaridad, por única, del Intercéltico de Sendim, que la próxima edición de 2019 cumple 20 años.

Este aniversario dio pie para que tanto el director del Festival y de Sons da Terra, Mário Correia, como el presidente de la Câmara Municipal de Miranda do Douro, Artur Nunes, en la presentación de los conciertos del día dejaron clara la "continuidad del evento en los parámetros actuales" y, con referencia a esos 20 años, coincidieron también "en preparar un festival distinto, único y exclusivo", por ello, Correia animó a cada uno de los presentes a "traer un nuevo amigo".

Del frenético ritmo irlandés a la multiplicidad de sonidos de Escocia

La noche de conciertos fue abierta por Niamh ni Charra, que desde su región irlandesa de Sliabh Luachra llegó a Sendim con el significado de haber crecido en un ambiente musical muy particular, con polkas y slides ejecutadas con inusitada velocidad y singurlarmente emotivo swing. Violinista y concertinista, Niamh ní Charra integró entre 1998 y 2006 el fecundo espectáculo Riverdance, participando en numerosas manifestaciones internacionales que contribuyeron a un conocimiento muy diversificado de distintas culturas musicales, llevando a asumir distintas influencias, sin dejar de ser una instrumentista profundamente enraízada en la gran tradición musical esmeraldina. Cantó en gallego y también portugués, podemos decir que Niamh marcóa el estilo tradicional en el Intercéltico de Sendim tanto con la diatónica como con el violín, desarrollando técnicas ornamentales semejantes al fado.

A continuación subieron al escenario los escoceses de Dallahan, jóvenes procedentes de Escocia que, después de haberse presentado en diciembre de 2013, irrumpieron en la escena de la música tradicional escocesa con inusitada energía creativa. Sus peculiares arreglos de música original y de temas tradicionales, mezclando la herencia escocesa, irlandesa y húngara, les asegura la presencia en los más prestigiosos escenarios nacionales e internacionales, como fue el Intercéltico de Sendim, pasando de banda emergente a gran realidad en el panorama del joven folk europeo. Añadir que sus músicos tocan varios estilos musicales, de la música clásica al jazz, de la música balcánica a la música celta. Y para su extraordinario curriculum contribuye el decisivo apoyo de la prestigiosa Creative Scotland. Un fin de fiesta garantizado para cerrar este 19º edición del veterano Festival Intercéltico de Sendim.

Mientras en las tabernas y calles de Sendim aún sonaban los acordes de las gaitas de foles, bombos y cajas, a cargo de los grupos de gaiteiros de las Terras de Miranda, el viajero disfrutaba de la placidez de la noche, en un fresco jardín cercano al Hotel O Encontro, de la luna y la brisa fresca que llegaba cargada de música del maestro Paco de Lucía, de Tomatito y la compañia del joven amigo guitarrista de Guarda, afincado en Groninga -Holanda- donde estudia en el Prins Claus Conservatorium Groningen, Jõao Reis Grilo, quien penetró, a la luz de la luna en el descubrimiento de la voz, el sentío y el quejío del gran Camarón de la Isla, al sorbo de una cervecíta aunque el cuerpo decía "Dame un poquito de agua",