La jornada del sábado en el Festival Terra Transmontana de Mogadouro estuvo marcada por la fuerte tormenta de agua y granizo, con mucho efecto eléctrio -por aquí llaman 'trovoada'- que se desencadenó a primeras horas de la tarde, y que obligó a suspender y alterar algunas actuaciones, sobre todo de calle.

Según avanzaba la tarde, la furia meteorológica se calmó y, aunque quedó una brisa fresca pero muy agradable, las actividades fueron retomando su orden cronológico y, además, las calles del casco histórico de la ciudad volvieron a poblarse de cientos de visitantes. Entre payasos, marionetas, 'arruadas' de gaiteiros y la buena música de 'Bugalhos' en el interior de la capilla de la Misericordia que, además, gustó a Daniel Martins el del 'oro líquido' de La Vilariça, llegó la hora de las cenas.

Y comenzó otro cantar. El sonido de los cubiertos y las chispas del carbon y la leña en las parrillas para asados. Pero también los diferentes menús en los improvisados restaurantes y cantinas que se encontraban llenos 'a rebosar'.

Como también el cantar de las llamas con el espectáculo 'Fire Dragons', que consiguió atraer a centenares de personas quienes disfrutaron con el fuego y sus caprichos en las manos, la imaginación y la boca de Rita Miguel. La noche seguía su andar como también el programa que presentaba la grupo Atelier con el espectáculo 'Fire Sculptures'. La noche terminó con los conciertos de Uxukalhos y Terra Livre. Pero para esas horas el cuerpo no podía más, la noche se tornaba fresquita y la Luna llena mandaba a descansar.

Para este domingo, el programa tiene su centro a las 17 horas con el siempre sorprendente Desfile Etnográfico por las calles de la villa. Será toda una puesta en escena de imaginación, participación y tradición.

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO