Lleno absoluto por primera vez, en la corta historia de este coso cubierto, en un gesto solidario del toreo hacia la Asociación Vallisoletana de Esclerosis Múltiple que, sin duda, se llevará un buen pellizco. Y buena gestión de la mercantil “Por Naturales” cuya cabeza visible en Valladolid es Nacho de la Viuda.

Reseñar que la mayoría de los profesionales que intervinieron en el festejo no cobraron absolutamente nada, entre ellos el equipo médico que capitanea el Dr. Antonio María Mateo (titulares del coso del Paseo de Zorrilla).

Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura que dio una auténtica lección de toreo a caballo con una amplia y variada cuadra donde él y sus corceles brillaron en todas las suertes. Los quiebros de auténtico primor. Una oreja que pudieron ser dos si acierta a la primera con el rejón de muerte.

Padilla es un ídolo en La Flecha. Cortó dos orejas paseadas con su bandera pirata y dos niños vestidos de toreros que hicieron las delicias de la plaza. Su toreo populista llegó con fuerza al tendido.

Paquirri paseó otros dos trofeos merced a su variedad en todas las suertes, incluida la de rehiletes. Faena de mucha entrega del mayor de los Rivera.

Otro premio de dos orejas consiguió su hermano Cayetano en faena templada y variada, realizada con mucho gusto que había brindado a su sobrina Cayetana.

Francisco José Espada cortó dos orejas con un toreo lleno de estética y de personalidad. El recibo capotero fue exquisitamente realizado.

El novillero vallisoletano Ricardo Maldonado sembró el ruedo de elegancia, tanto en el recibo capotero como con la muleta ante un utrero sin entrega, pero manejable. Cortó una oreja tras fallar con la espada.

Se lidiaron novillos de Castillejo de Huebra, desiguales de presentación y de buen juego en general. Fueron aplaudidos en el arrastre tres de ellos.

Antes del paseíllo hubo una exhibición de cante y baile flamenco a cargo del grupo “Compás Ecuestre”.