Las vías del tren han comenzado el pleno ordinario del Ayuntamiento de Valladolid y casi lo ha terminado; y todo sin moverse del sitio. Si nada más comenzar era la creación de la comisión de investigación sobre las actuaciones de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad lo que encendía los ánimos, la consulta popular sobre el soterramiento ha terminado de llevar el debate a lugares donde los reproches entre bancadas han sido la tónica general.

Dicha participación ciudadana, que ha sido llevada al pleno del mes de marzo de mano del PP, no ocurrirá después de que los quince votos que suman PSOE, Toma la Palabra y Sí Se Puede denegaran dicha posibilidad. Pero a tenor por lo ocurrido, da la sensación de que la votación era lo de menos.

Los continuos reproches, con especial incidencia en las palabras que cruzaban Óscar Puente, alcalde de Valladolid, y José Antonio Martínez Bermejo, presidente del grupo municipal popular, han sido la tónica general en un debate que ha ocupado más de una hora.

Martínez Bermejo ha acusado al equipo de gobierno de “tirarse del tren sin plantar batalla” y de utilizar el “recurso fácil” al decir que el soterramiento es “la gran mentira”. El edil 'popular' ha defendido que en un documento "de Adif" fechado en septiembre, se habla de que quedaría por aportar 663,45 millones de euros para el soterramiento. Esto le ha valido para asegurar que con "ocho millones al año durante 20 años" valdría al Ayuntamiento. Algo que Puente ha asegurado que de ser así no comprende por qué "no se ha hecho nada".

Puente ha defendido la negativa a la consulta porque se trata de un proyecto, el del soterramiento integral, que da a elegir algo “imposible”. “Eso es engañar a la ciudadanía, se lleva haciendo mucho tiempo y no voy a contribuir ni un segundo más a ello”, ha explicado.

El alcalde ha defendido que el coste total del soterramiento como se recoge en el Plan Rogers es de 1.312 millones de euros, por lo que ha asegurado que no hay de dónde sacar el dinero, máxime cuando Adif y Renfe, dependientes del Ministerio de Fomento, fueron los que descartaron esa vía.

Por ello, ha animado a Bermejo a que busque y encuentre esa financiación para el soterramiento y ha afirmado que “si consigue la palabra de Adif de que van a hacer el soterramiento le voto hasta yo en las próximas elecciones”. Además, ha aseverado que ahora el PP le reprocha abandonar el soterramiento cuando “el gran gestor -por Javier León de la Riva- ha estado 20 años y no ha soterrado ni un metro”.

Después de explicar una serie de puntos “inconvertibles” Puente ha planteado las alternativas al soterramiento. Estas pasarían por liquidar la SVAV, lo que cuesta 42 millones de euros y ha definido como “una mala idea”, por el soterramiento parcial con el coste de 350 millones de euros en 10 años y que “no soluciona ni la mitad de la mitad de los problemas de integración en la ciudad”.

Y, por último, una integración en superficie que permita abordar “de una vez por todas” el problema de que la ciudad tenga “permeabilidad” con pasos “dignos, funcionales y estéticos”. Una propuesta que costaría 75 millones de euros y que ha remarcado como la “más viable”.

Por otro lado, el primer edil ha afirmado que el soterramiento integral estaba supeditado a la venta de suelos, un convenio firmado cuando el PP gobernaba tanto en el Gobierno de España, como en la Junta y el Ayuntamiento. El regidor ha explicado que en la última década solo se ha vendido el suelo de la parcela de Las Eras por 4,1 millones de euros.

Planteamiento dañino

Manuel Saravia, concejal de Toma la Palabra, ha asegurado que este planteamiento de la consulta popular que ha planteado el PP va destinado a “hacer daño” y se ha preguntado por qué no la plantearon desde junio del año pasado, cuando se votó por primera vez. “No quieren consultar, lo que quieren es que se haga lo que ustedes dicen”, ha aseverado.  

Asimismo, el edil de urbanismo ha defendido que una consulta debe ser “sobre proyectos y no sobre deseos”, dado que “no hay dos proyectos reales” en referencia a soterramiento integral. También ha cuestionado que el procedimiento del artículo 71 de la Ley de las Bases de Régimen Local es el “camino más largo y costoso” y por eso ha afirmado que la mejor vía sería lo establecido en el 70 bis.

Sobre el cambio de postura del Ayuntamiento hacia la integración en superficie, ha explicado que viene determinada por las condiciones que planteó Fomento de asumir la deuda de los 404 millones de euros que arrastra la SVAV con los bancos. Algo que no pasa con el proyecto de la integración en superficie. “Hemos cambiado porque han cambiado las circunstancias”, ha matizado.

Por otro lado, el PP proponía que hasta que no se realizara esa consulta y se tuviera el resultado el Ayuntamiento “se abstendrá de tomar decisiones que condicionen el futuro del proyecto”. Algo que para Saravia ha sido visto como una “irresponsabilidad” porque no se pueden quedar de brazos cruzados.

El concejal ha asegurado que “hacemos lo que creemos que debemos de hacer, aunque nos cueste y duela mucho”. Por ello ha afirmado que el reto es explicar la decisión a la ciudadanía para que sea entendida.

Por su parte, Pilar Vicente, concejal de Ciudadanos, ha tenido reproches tanto para el PP como para el equipo de gobierno, a quien acusa de estar “aletargado” y de ser “incapaz de luchar por el soterramiento”.

Charo Chávez, de Sí Se Puede, ha afirmado con dureza que esta moción constituye una “magistral maniobra para desviar atención sobre el grado máximo de responsabilidad” que tiene el PP. Así, ha considera que la consulta sería “sesgada, manipulada y sin información suficiente como para tener un criterio claro y objetivo”.

El debate ha terminado con lo que para Puente ha sido una inculpación velada de “falsedad documental” por parte de Martínez-Bermejo, en relación a un escrito ante notario que firmó Puente en 2011 para comprometerse a ejecutar el soterramiento con fondos municipales, por lo que ha exigido una rectificación. Por su parte, el presidente del PP en el Ayuntamiento de Valladolid ha terminado su intervención afirmando que Puente pasará a la historia como “el alcalde que se cargó el soterramiento”.