El 26 de marzo. Ese será el día en que de nuevo tengamos que volver a cambiar nuestros relojes. Durante la madrugada del último domingo de marzo arrancará el horario de verano. Es por ello que para acogernos al nuevo periodo temporal tendremos que adelantar el reloj una hora, por lo que a las 2:00 serán las 3:00.

Este horario finaliza el último domingo de octubre y según el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, la Novena Directiva está avalada por las conclusiones de un estudio sobre su alcance y efectos, que fue realizado por la Comisión Europea y presentado al Parlamento en 1999.

Este análisis apuntó que la variación horaria tiene impactos positivos sobre el ahorro y también en sectores como el transporte, los modos de vida, la salud, el turismo, el ocio además de las comunicaciones o la seguridad vial.

¿Por qué?

Este cambio obedece a una directiva comunitaria que está dirigida a favorecer el ahorro energético y es que según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, esta medida puede suponer un ahorro en iluminación de un 5%, lo que equivaldría a 300 millones de euros si nos atenemos a los precios vigentes en la actualidad.

En 1974 comenzó a generalizarse este cambio aunque la normativa se aplica desde que se aprobara la Novena Directiva en el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001. Esta directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por el Real Decreto 236/2002, de 1 de marzo.