El radar de la avenida Burgos acaparó en 2016 más de un tercio de las multas por exceso de velocidad de los puntos de control que están situados en el término munipal de Valladolid. De las 29.318 infracciones de exceso de velocidad que se detectaron, 12.476 fueron en este punto a las afueras de la ciudad.

Así se refleja en los datos dados a conocer este martes de la memoria de la Policía Municipal del pasado año. Los siguientes radares por número de sanciones son el de la avenida Madrid, 8.488, avenida Zamora, 4.081, paseo Zorrilla (número 348), 1.227 y avenida Salamanca, 856; como los principales puntos donde se ha registrado el exceso de velocidad.

En 2016 respecto al 2015 se ha registrado un considerable descenso de las sanciones de los radares fijos, pasando de 33.853 a 29.318. Sin embargo, en los radares móviles la cifra entre los dos años ha sido similar, ya que en 2016 se tramitaron 4.877 sanciones, cifra similar a la de 2015 que fue de 4.844. Estos radares móviles realizaron 604 controles verificando la velocidad a 234.130 vehículos, también algo por debajo de los 253.693 de 2015, y se enviaron 5 diligencias al juzgado por circular a más de 110 kilómetros/hora (fueron 9 en 2015).

Los puntos negros de los radares móviles fueron en la avenida Gijón con 763 multas, calle Topacio, 513, avenida Santander, 481, Padre Llanos, 455, paseo Juan Carlos I, 430, y carretera Rueda, 345, según los datos difundidos por la Policía Municipal.

Por su parte, el sistema de foto/rojo detectó 2.172 vehículos que se saltaron el semáforo (838 menos que en 2015) y el ‘multamóvil’ tramitó 3.786 infracciones cifra muy inferior a años anteriores (4.032 en 2015 y 7.923 en 2014).

Efecto disuasorio

La jefa de la Policía Municipal, Julia González, se ha felicitado por el descenso de sanciones de los radares fijos y ha recordado que tienen un objetivo de disuasión, “están situados en puntos donde el exceso de velocidad tiene un peligro especial y su objetivo es que los conductores no sobrepasen el límite, algo que hay que cumplir haya o no radar. Los radares salvan vidas, porque al reducir la velocidad se reduce también la peligrosidad y el número de accidentes, eso es lo más importante”, ha apuntado la responsable de la Policía.

Por su parte, el concejal de Movilidad, Luis Vélez, ha asegurado que el Ayuntamiento no tiene intención “de colocar radares nuevos, vamos a seguir vigilando especialmente algún punto conflictivo con el radar móvil o cambiar alguno de los que ya existen de sitio”. Vélez también ha apuntado que lo que sí tiene prevista su concejalía es la colocación de algún cinemómetro más, “que sirven de indicativo de velocidad, en zonas en las que no tiene por qué haber radares”.