El precandidato a la presidencia del PP en Castilla y León y alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, ha cerrado su campaña electoral en Valladolid donde ha mantenido un encuentro con los afiliados y la dirección del partido. En rueda de prensa previa, Mañueco ha defendido que no es partidario de que exista una bicefalia entre la Junta y la presidencia de su partido, “no me gusta que se separe la presidencia del partido con la institucional, aunque temporalmente pueda ocurrir como será el caso hasta las elecciones autonómicas de 2019, pero no creo que sea una buena fórmula de manera permanente”.

Mañueco ha agradecido a la dirección del PP de Valladolid la “neutralidad en este proceso”, aunque ha matizado que “también es respetable aquellas direcciones de otras provincias que sí se han posicionado”. El precandidato ha defendido que tanto él como Antonio Silván han cumplido el compromiso de que fuese “una campaña limpia, hemos dado ejemplo”.

Mañueco se ha presentado avalado por su “juventud, ganas y experiencia dilatada en el PP donde he hecho de todo” y también ha recalcado que le avala su familia, “con mi mujer acompañándome en algunos de los actos de estos días y con mi hija mayor que es miembro de Nuevas Generaciones y espero que me vote”, ha bromeado.

“Hablo desde el corazón para el corazón de los afiliados”, ha destacado Fernández Mañueco que ha apostado por una mayor coordinación entre la dirección regional y la de las provincias, “con un mayor equilibrio entre las nueve provincias, con una apuesta decidida por el municipalismo, por acercar el partido a la militancia, a las provincias, rendir cuentas en encuentros con los afiliados en los que participen los parlamentarios autonómicos y nacionales”.

Recuperar votantes

Mañueco ha reconocido que en los últimos años el PP ha perdido “un nicho de votantes importante que hay que recuperar, especialmente los jóvenes, por lo que nos tenemos que apoyar en las nuevas tecnologías para acercarnos más a ellos de nuevo, tenemos que escuchar a la militancia, a las clases medias urbanas que se han distanciado del partido”.