León hace piña para elevar a Silván a la Presidencia
Una piña. La sede provincial del PP de León se ha quedado pequeña este mediodía para acoger el último mitín entre los suyos de Antonio Silván, alcalde de León y candidato a la Presidencia del PP de Castilla y León. No ha faltado casi nadie. Salvo el presidente de los populares leoneses, Eduardo Fernández, quien se encontraba en Madrid cumpliendo con su obligación como deputado nacional. A su lado, siempre a su lado, Martínez Majo, presidente de la Diputación y alcalde de Valencia de don Juan.
Sin duda, Silván ha dado hoy más abrazos por metro cuadrado que en toda su vida. Un gran impulso, un enorme rearme de moral en las últimas horas antes de que las urnas se abran mañana, a partir de las 5 de la tarde. Felicitaciones, buenos deseos, ánimos y vítores. Cargos públicos de toda la provincia y militantes de bases abarrotaron la sede. No cabía ni un alfiler.
El candidato no ocultó su satisfacción. "Este apoyo me recarga las pilas", dijo entre sonrisas. "Siento el calor de mi gente", aseguró tratando de corresponder a tantas muestras de simpatía. En un rincón, Silván logró hacer un alto para atender a los medios de comunicación. Repitió los mismos mensajes que han centrado su campaña: "Me dirijo a los afiliados, no a los aparatos. Hablo para los afiliados, a las personas que sienten los colores del PP".
Mostró su satisfacción por el desarrollo de la campaña. Esta tarde visitará Burgos y Palencia en un último impulso. "Voy a decirles que el afiliado es la piedra angular del PP, un partido que debe abrirse a la calle, que debe con solidar este proceso democrático interno que hemos abierto".
"Un afiliado, un voto"
Preguntado sobre la polémica que ha rodeado la conformación del censo y a los impedimentos reglamentarias para que todos los afiliados puedan votar mañana, Silván fue esta vez más claro y contundente: "Yo creo en la tesis de un afiliado, un voto. El afiliado debe ser el centro de la toma de decisiones en el partido" y añadió que en próximos debates internos defenderá la idea de que "no se pueden limitar los derechos de los afiliados. Habrá que pensar en una cuota lineal para los afiliados, igual para toda la Comunidad. Debemos llegar a un acuerdo rápido sobre este asunto".
Y cerró su improvisada rueda de prensa insistiendo en su proyecto de "abrir el PP, de que los afiliados no sólo participen cuando hay elecciones; quiero que trabajen y ayuden al partido durante los 365 días del año. El PP debe ser un partido vivo desde abajo."
Y se marchó en loor de multitud hacia un salón de actos que se quedó muy pequeño para acoger a tanta gente y tanta expectación. Estaba en su salsa, arropado por los suyos para cumplir con sus objetivos.