El campo implora a la lluvia para asegurar la cosecha
Agricultores y profesionales del campo de Castilla y León miran estos días al cielo en busca de lluvias abundantes y generalizadas en la Comunidad, principalmente en el centro y el norte, a lo largo de los meses de marzo y de abril, con el fin de garantizar la cosecha normalizada, unos buenos pastos y animar a la siembra de cultivos de regadío como la remolacha, la patata o el maíz.
Así lo ha asegurado a Europa Press el presidente regional de Asaja, Donaciano Dujo, quien, tras reconocer que el mes de febrero "se portó" con unas lluvias que permitieron aliviar la "complicada situación" del campo de Castilla y León, ha explicado que la situación se ha vuelto a complicar por ese invierno "muy seco" tanto en la reserva hidráulica como en el terreno y una situación de sequía generalizada en toda la Comunidad y agudizada en el centro y en el norte.
"No ha nevado nada, las montañas están secas", ha constatado Dujo, quien ha evidenciado la "necesidad hidrológica" en toda la Comunidad que espera ya el agua como si se tratase del mes de mayo. "Antes se decía que el agua de mayo tenía las llaves del año", ha recordado el presidente de Asaja para quien la climatología cambiante año tras año ha derivado en la necesidad de una buena pluviometría en los meses de marzo y abril para que los cultivos se puedan desarrollar con normalidad.
En el caso concreto de los cereales de invierno, que incluso hubo que resembrar el pasado mes en diversas zonas de Castilla y León, la situación es de "importante necesidad de agua" en toda la Comunidad, como ocurre con los pastos que "desgraciadamente", ha advertido Dujo, no se encuentran con el vigor y la fuerza que correspondería a esta etapa previa a la primavera para poder alimentar a los animales sin tener que socorrer a los piensos.
Por su parte, los regadíos presentan dos circunstancias, los que dependen de riegos subterráneos, que están notando la situación por la menor recarga de los acuíferos, y los que dependen de los embalses que, según los datos aportados por el presidente de Asaja, son los que presentan los mayores problemas, con especial incidencia al caso concreto del sistema del Carrión donde las dificultades "son muy grandes y extremas" hasta el punto de que se han paralizado las siembras de cultivos como la remolacha, la patata o el maíz.
Según ha explicado, los agricultores de estas zonas se mantienen a la espera de la evolución de la pluviometría y de las previsiones de agua embalsada y de riego para poder organizar sus explotaciones.
"Hay incertidumbre, muy alarmante en algún caso", ha resumido Donaciano Dujo, quien ha recordado que en el mundo del campo no hay nada ni blanco ni negro ya que se trata de un sector que depende mucho de la evolución de la climatología que, de venir con lluvia en abundancia en marzo y abril, podría solucionar el problema de los secanos.
"Pero tiene que llover de manera abundante y generalizada", ha sentenciado Dujo, para quien cada día que pasa sin agua el problema del campo es mayor y las expectativas son menores.