El sacerdote salmantino Ángel Alonso Escribano, beatificado este sábado en Almería
El sacerdote operario diocesano, Ángel Alonso Escribano, natural de Valdunciel (Salamanca), será beatificado este sábado 25 de marzo, en Roquetas de Mar (Almería) junto a otros 114 mártires incluidos en la causa 'Deán José Álvarez-Benavides y de la Torre, muertos en odio a la fe'.
Según ha informado la Diócesis de Salamanca, la ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, tendrá lugar en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce de Roquetas de Mar.
Los 115 mártires fallecieron entre julio de 1936 y enero de 1939, y otros eran naturales de Almería y de su diócesis o bien residían dentro de los límites actuales de su territorio en aquel momento.
En la relación de nombres hay 95 sacerdotes -entre ellos se encuentra el salmantino Ángel Alonso Escribano (18 enero 1897- 30 agosto 1936) - y 20 seglares, de los que dos son mujeres, Carmen Godoy Calvache y Emilia Fernández Rodríguez.
Según la Diócesis de Salamanca, Ángel Alonso nació el 18 de enero de 1897 en Valdunciel (Salamanca), hijo de Benito Alonso García y Andrea Escribano de Dios. Obtuvo el doctorado en Teología en la Universidad de Salamanca y la licenciatura en Derecho canónico en Comillas, recibiendo el orden sacerdotal el 11 de septiembre de 1921. Ejerció su ministerio sacerdotal en la parroquia de Fuenterroble de Salvatierra (1923-1926).
Ingresó en la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, donde hizo su primera vinculación el 12 de agosto de 1927. Fue prefecto de disciplina del Seminario de Burgos (1926-1930), y luego en el Seminario de Valladolid (1930-1933). El curso siguiente fue prefecto y profesor en el Seminario menor de Belchite.
ALMERÍA
Enviado al Seminario de Almería en 1934 como prefecto y profesor de Lógica, asumió diversos oficios al servicio de los seminaristas, según la información facilitada por la Diócesis de Salamanca.
Aunque debía marcharse a Salamanca el 10 de julio de 1936, al esperar la llegada de su sucesor quedó prisionero. Refugiado en un cortijo de la Cañada de san Urbano, fue detenido con tres hermanos de La Salle. Y, a sus 39 años, en la madrugada del 29 al 30 de agosto de 1936, perdió la vida.