sara lopez vallisoletana dinamarca 1

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Región

A 1.901 kilómetros de Valladolid: Una española en Dinamarca

16 mayo, 2017 18:06

Acostumbrarse a un nuevo ambiente, salir de la zona de confort y dejar tu ciudad natal puede ser complicado. El olor a ropa limpia no es igual que en casa. No tenemos persianas, ni jamón serrano. Gente a la que considerabas mejores amigos, resulta que no son tan amigos como pensabas. O gente con la que mantienes más contacto cuando estas a miles de kilómetros que cuando estabas a minutos de distancia.

Este mes se cumplen diez meses desde que deje atrás mí vida en España para mudarme a Horsens – ciudad de Jutlandia central (Dinamarca). Nueve meses desde que empecé mis estudios universitarios en Ingeniería Informática, y siete desde que di inicio a mi carrera laboral como country marketing manager.

Tras empezar el bachillerato, si algo tenía claro era que quería estudiar en el extranjero. Tenía echado el ojo a varios países escandinavos, y más en concreto a Dinamarca. ¿Pero por qué Dinamarca? Muy sencillo, desde hace tres años consecutivos Dinamarca ha estado entre los tres países con mejor sistema educativo. Además, según la ONU en su informe sobre la felicidad mundial Dinamarca se consideraba el país más feliz del mundo, hasta que en 2017 fue remplazado Noruega.

Varios autores han reflexionado sobre el tema y sus obras dan respuesta al enigma detrás de este buen rollo bajo el término danés hygge. Algo que el resto del mundo traduce como “lo acogedor” o “lo familiar”. Sin embargo, debido a temas relacionados con la inmigración el hygge danés se ha visto perjudicado, siendo así desbancado por Noruega. Estos fueron los dos principales motivos que me motivaron a iniciar la que está siendo la mejor aventura de mi vida.

Así pues, en marzo de 2016 me embarqué en esta aventura tras matricularme en VIA University (Horsens) para estudiar Ingeniería informática. Encontré esta universidad en la página nacional danesa de educación, donde se hace referencia a todos los programas tanto para daneses como para extranjeros que no hablen danés. Aplicar es muy fácil, el gobierno danés nos lo pone muy fácil, solo se necesita un buen nivel de inglés y unos buenos resultados en estudios previos.

Y por si esto no fuera suficiente, los estudiantes universitarios que trabajan al mismo tiempo que estudian, además de no pagar por dichos estudios adquieren una ayuda financiera al trabajar un mínimo de 11 horas semanales: SU. Se puede exceder las 11 horas semanales sin problema, siempre y cuando tu sueldo no exceda las 11.845kr, o lo que es lo mismo, 1.592 euros antes de tasas.

Afortunadamente yo, un mes después de mi llegaba a Dinamarca me topé con Trendhim, empresa de accesorios masculinos que desde el pasado octubre busca estudiantes de diez y seis nacionalidades diferentes para completar su departamento de marketing internacional con el objetivo de equipararse a las demás potencias europeas de este mundo tan competitivo como son los accesorios.

Sin duda, después de siete meses trabajando para esta empresa, lo que más valoro es la confianza que tienen en nosotros, los estudiantes, y día a día nos demuestran que los estereotipos sobre las relaciones jefe-empleado no tienen por qué ser verdad. Desde nuestra llegada a la empresa, siempre han intentado que nos sintiésemos como en casa, y que sintiésemos que estábamos contribuyendo poquito a poquito a la historia de Trendhim, una historia de la que ya somos parte.

No se valora tanto la experiencia que cada uno tenga, ni los títulos que se hayan adquirido, pero si lo que cada uno vale y lo ambicioso que seas. Tienen confianza plena en ti.

Esto es consecuencia del elevado índice de actividad laboral que tiene Dinamarca. No solo por la forma de ser de los daneses, y la forma en la que los jefes tratan a sus empleados, sino que la oferta laboral también se ve afectada por el desarrollo de la jornada laboral media. En Dinamarca la semana laboral consta de 37 horas, teniendo como norma general descansar seis semanas al año y trabajar fuera del horario laboral está mal considerado.

En definitiva, Dinamarca es un país con buen sistema educativo y alta calidad de vida. La gente es amable, simpática, y siempre están de buen humor. Sin embargo, no siempre me espero ver el cielo azul, o el sol. El país también es conocido por su mal tiempo, por lo que si quieres venir a estudiar a Dinamarca no te olvides un buen par de botas de agua y un paraguas.

Todo lo que Dinamarca me está aportando no lo cambiaría por nada, pero Valladolid siempre ha sido, es y será mi ciudad, el lugar que siempre me recordará quien soy, y de dónde vengo, a la que siempre estaré feliz de regresar.

Si quieres saber más sobre mi historia no dudes en leer mi blog.