A juicio por quedarse la indemnización tras morir su hermano
La Audiencia de Valladolid celebra este martes, día 20 de junio, juicio contra un hombre de origen ecuatoriano, G.P.G.A, al que se acusa de un presunto delito de apropiación indebida respecto de la indemnización de casi 190.000 euros obtenida por la muerte de su hermano en accidente de tráfico y que tenía que haber entregado a la viuda y el hijo del fallecido.
La vista había sido fijada para el pasado día 24 de enero con el fin de facilitar la realización de una videoconferencia con Ecuador para tomar declaración a los perjudicados, que residen en aquel país, si bien la misma hubo de suspenderse entonces y posponerse para este martes ante la imposibilidad de practicar la prueba debido a problemas surgidos con la citación de los testigos, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El Ministerio Fiscal, con carácter provisional, solicita para el encausado una condena de tres años de cárcel, el pago de una multa de 3.000 euros y el abono, en concepto de responsabilidad civil, de un total de 187.987 euros, más el interés legal correspondiente, en favor de su cuñada y su sobrino, de 12 años.
El procedimiento tiene su origen en la muerte por accidente de tráfico de un hermano del acusado registrada el día 5 de agosto de 2008, lo que dio lugar a un juicio de faltas para el que G.P.G.A, con domicilio en Valladolid, obtuvo un poder notarial de su cuñada y el hijo de ésta para poder gestionar el cobro de las indemnizaciones correspondientes debido a que ambos se encontraban por aquellas fechas residiendo en Ecuador.
El juicio de faltas concluyó con el archivo debido a que la viuda y el hijo de la víctima se reservaron las acciones civiles oportunas, de ahí que el ahora encausado siguiera con el poder notarial de cara al juicio ordinario que se siguió en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Burgos y que, por sentencia de 3 de febrero de 2010, condenó a la compañía Wintertur a conceder una indemnización global de 187.985 euros a la parte demandante.
Tales cantidades fueron entregadas al procesado, que las destinó a su propio beneficio y no las reenvió a su cuñada y su sobrino, de ahí el delito de apropiación indebida que se le imputa.