Este sábado 1 de julio, sin duda, está marcado en el calendario de muchas familias zamoranas. No, no es festivo, pero para decenas de familias sí. Y es que, llegan a sus vidas para pasar dos meses llenos de cariño, ilusión y emoción niños muy queridos por ellos. Niños saharauis que acuden a Zamora para ver por primera vez, o en muchos casos de forma anual, a sus familias de acogida. Esas que les hacen disfrutar de un verano repleto de amor y compañía.

Así, este sábado las puertas de la Diputación de Zamora se abrían de par en par de la mano de su presidenta, Mayte Martín Pozo, para recibirles con una ola de cariño, lágrimas y abrazos. Un total de 23 niños que van a muchos municipios de la provincia durante el verano y donde la generosidad de las familias hace que esta visita sea una "experiencia inolvidable para ellos", señalaba la presidenta de la Diputación.

En total, han llegado a la capital entre ayer y hoy 45 niños que abandonarán durante un par de meses las penurias de los campos de refugiados saharauis para pasar sus vacaciones estivales en nuestra ciudad, acogidos por numerosas familias zamoranas que altruistamente colaboran con esta iniciativa solidaria.

Una iniciativa, el programa 'Vacaciones en Paz' coordinado por setenta personas gracias a las que los niños y niñas de entre 8 y 12 años pueden vivir durante estos meses en un ambiente familiar e integrador, jugando con los demás niños y viviendo en unas condiciones que, quizás, en sus países natales no puedan tener.

Además, todos estos niños y familias están en contacto durante el verano con la asociación a través de sus actividades. Tal que el próximo 25 de julio en la localidad de Corrales del Vino se realizará la tradicional carrera solidaria, para después, el día 31 de julio, llevar a cabo un encuentro provincial con todos los niños y ya después, realizar un encuentro a nivel regional.

Sin duda, actividades en las que Zamora muestra que es la provincia más solidaria de la comunidad y que se "vuelca con este proyecto que en la provincia zamorana no notó la crisis". Cariño a raudales y una gran emoción por volver a verles han sido los protagonistas de este sábado en la capital.