Kamikazes al volante
El pasado lunes 16 de octubre publicábamos la noticia de que en la última década, un total de 70.000 personas habían resultado heridas en accidentes de tráfico en las carreteras de nuestra Comunidad y la verdad es que observando la forma de conducir ‘kamikaze’ de ciertos individuos, tanto en masculino como en femenino, pocos me parecen.
Las noticias de inconscientes al volante también son frecuentes. Esas de aquellos que se toman unas cuantas copitas sin preocuparles barra importarles nada y sintiéndose los verdaderos reyes del mambo, reyes a los que les da igual pasar por encima de una familia por su cogorza.
El otro día marchaba yo con mi coche, en mi día de descanso, cuando por la izquierda me adelantó, cual Sputnik, un coche de bastantes caballos que me quitó las pegatinas, en sentido figurado y siguiendo la frase hecha y se despegó de mí cual exhalación haciendo caso omiso a la señal que ante él se colocaba de velocidad máxima de 80 kilómetros/hora.
Parece que ese día fue el de la mala suerte para mí porque escasos minutos más tarde, a punto estuvo una señorita, que conducía con una mano en el volante y la otra pegada al teléfono móvil pisando literalmente huevos pero haciendo un zigzag sumamente peligroso que cerca estuvo de acabar en infarto para mis intereses, cuando que a punto estaba de saltar la pintura de mi turismo por el mal hacer de esa conductora.
Aquí no acaba la historia. La siguiente taquicardia me vino de camino a casa. Atravesar una rotonda en una ciudad como Valladolid resulta toda una Odisea porque la gente desconoce qué hacer ante ellas. ¿Para quién es la prioridad? Pareció preguntarse para sus adentros el que casi me deja el coche nuevo cuando yo estaba ya en el interior de dicha rotonda y cerca estuvo de pasarme por encima.
Ninguno de los tres cumplía con las normas de seguridad, ninguno de los tres, sobre todo los dos últimos que más cerca estuvieron de causarme un percance, pidieron perdón porque parece ser que en la actualidad, como el Lejano Oeste, todo vale cuando te montas en tu coche.
La seguridad vial es clave y habría que concienciar y, sobre todo, condenar a los que se pasan las normas por el forro y acaban causando una desgracia a personas inocentes. Al volante no todo vale, corramos menos, dejemos el teléfono móvil en el bolsillo y aprendamos a circular por una rotonda pero, sobre todo, cuando vayamos por la carretera, pensemos más ya no en nosotros sino en el resto de conductores.