El Real Valladolid cayó en Cádiz (1-0) y firmó un guión parecido al de varios de los últimos partidos. Un gol tempranero en contra y a remar contracorriente. Escenario idílico para el Cádiz, conjunto que está como pez en el agua cuando defiende replegado y trata de hacer daño a la contra. Los de Luis César lo intentaron, pero no fueron capaces de batir a Cifuentes, imbatido por quinto partido consecutivo.

Álex Fernández, quien ya fue la bestia negra del Pucela en Elche la temporada pasada, se encontró con un balón suelto en la frontal en el minuto 5 de partido. Su disparo rebotó en Kiko Olivas y descolocó a Masip. Era la peor de las premisas inimaginables ante cualquier equipo, sobre todo ante uno tan bueno defensivamente como el de Álvaro Cervera.

Lo cierto es que al conjunto blanquivioleta le faltó fluidez en el último tramo del campo y no pudo poner en muchos apuros a la zaga cadista. Los visitantes lo intentaron hasta la extenuación, pero hasta la segunda parte no llegaron ocasiones significativas. La más clara de todas, una que Gianniotas tuvo para empujar tras una buena jugada de Iban Salvador.

Hervías puso a prueba a Cifuentes en el descuento con un libre directo y Gianniotas dispuso de un disparo franco desde la frontal, aunque su chut rechazó contra un zaguero. La derrota mantiene al Pucela con 23 puntos en la tabla y le obliga a ofrecer su mejor cara el próximo domingo ante el Numancia.