Los embalses semisecos se convierten en atracción turística
Regresó la lluvia a Salamanca entre el pasado jueves y ayer viernes, pero de forma tímida. Insuficiente para los pantanos de la provincia charra teniendo en cuenta que durante los últimos cuatro meses apenas ha llovido diez días, y ninguno con fuerza. Según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), los embalses de Santa Teresa y Almendra se encuentran a un tercio de su capacidad, mientras que Irueña y Águeda están todavía más bajos. Estas estampas históricas traen consigo una nueva práctica de fin de semana, el turismo de sequía.
En Santa Teresa, por ejemplo, se pueden ver las antiguas construcciones de la comarca de Guijuelo, ya sea en la zona de Montejo o en Cespedosa de Tormes. Desde la carretera principal, muchos son quienes paran en una zona acotada con verjas para divisar cómo la ausencia de lluvias está causando estragos. Otros, en cambio, buscan un bonita estampa fotográfica desde el altar de la Doctora Universal que da nombre al pantano. De hecho, hay flores recientes colocadas a los pies de la talla.
En Almendra, al final del río Tormes, el agua también se encuentra a un tercio de la capacidad del embalse. De esta forma, la carretera cortada de Sardón de los Frailes permite adentrarse a terrenos desconocidos para muchos salmantinos. Parajes donde se aprecian antiguas chozas ganaderas o la división parcelaria a las puertas de Las Arribes.
Mientras, en Irueña se aprecian las zonas que durante tantos años fueron objeto de batalla judicial durante la construcción de la presa. Antiguos castros son visitados por quienes se acercan hasta este paraje de la comarca de Ciudad Rodrigo.