León ha vuelto a ser una “Ciudad por la vida” en la XVI Jornada Mundial Ciudades por la Vida. Amnistía Internacional, con un acto público contra la pena de muerte celebrado en colaboración con el Ayuntamiento de León y la Diputación provincial.

Amnistía Internacional ha desplegado una pancarta en la fachada del Palacio de los Guzmanes en la que se podía leer “León es una ciudad por la vida” “Por un mundo sin pena de muerte” y se ha iluminado la Plaza de Botines con cientos de velas que decían “Pena de muerte, NO”.

Cristina Egido, portavoz de Amnistía Internacional León, explicó que este acto forma parte de la iniciativa "XVI Jornada Mundial Ciudades por la Vida", un acontecimiento anual consistente en señalar edificios públicos emblemáticos, bien con luz, o con algún tipo de mensaje, como muestra de rechazo frontal a la pena de muerte y que es una iniciativa emprendida por la Comunidad de Sant’Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, a la que pertenece Amnistía Internacional junto a otras 80 organizaciones

La portavoz nos recordó que “todavía estamos a tiempo de impedir que se ejecute a 14 personas que se encuentran en el corredor de la muerte de Benin. Todos ellos han cumplido entre 18 y 20 años, pero siguen encarcelados y en terribles condiciones” y para ello los activistas de Amnistía Internacional recogieron firmas a lo largo de todo el acto.

También se dio lectura a un manifiesto contra la pena de muerte en el que proclamaban que “No existe ninguna prueba fehaciente de que la pena de muerte sea un factor disuasorio a la hora de cometer un delito, pero sí existen claros ejemplos de que es discriminatoria y a menudo se utiliza de forma desproporcionada contra personas económicamente desfavorecidas, minorías y para acallar a la disidencia política. La pena de muerte viola el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y es un castigo cruel, inhumano y degradante”