Los datos del paro publicados esta semana por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social muestran que el tejido productivo de autónomos se desangra en la provincia de Salamanca, acumulando cinco meses consecutivos a la baja.

En concreto, en noviembre había 26.943 trabajadores por cuenta propia afiliados, 240 menos que a comienzos de año y 302 menos que en noviembre de 2016. Es decir, casi un autónomo menos cada día en apenas un año.

“Son datos realmente negativos y que no van en consonancia con lo que está sucediendo a nivel nacional, cifras verdaderamente preocupantes que nos tienen que hacer actuar y tomar medidas ya”, afirma Soraya Mayo, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Castilla y León.

Desde esta asociación consideran que la espera a la entrada en vigor de la tarifa plana en enero está pasando factura a la afiliación de autónomos. Y es que las pocas altas no han cubierto las bajas producidas en noviembre porque hay muchos emprendedores que están aguardando a que entre la ampliación el 1 de enero y poder beneficiarse de ella.

Pero advierte Soraya Mayo que “es necesario y urgente impulsar medidas que apoyen al colectivo de autónomos, pues la recuperación del tejido productivo que se está llevando a cabo en el conjunto nacional no ha llegado a Castilla y León. No podemos quedarnos de brazos cruzados a la espera de que entren en vigor las medidas nacionales. Desde la Junta además se deben de poner todos los esfuerzos en parar la destrucción de empleo autónomo, pues son un colectivo clave en una región como la nuestra. Medidas hay muchas, pero hay que tomarlas ya”.