Rivero: “Colegas, sed vigilantes, criticad cualquier desvío”
El nuevo rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, inició su discurso recordando el antiguo ceremonial por el cual un rector tenía que jurar el cargo bajo pena de excomunión si no cumplía con sus quehaceres como debía. “No incurriré yo en semejante desaire, no se me ocurriría precipitar una nueva elección tras el arduo tiempo empleado por la comunidad universitaria en escuchar las propuestas de los candidatos”, dijo.
“Colegas, sed vigilantes, criticad cualquier desvío”, continuó Rivero, y recordó que en el Paraninfo se encuentran dos puertas, la de la virtud y el vicio, teniendo en cuenta que los rectores siempre están expuestos a las tentaciones. Por eso, aludió a su lema electoral, ‘Unámonos’, porque “unión es concordia y consenso, claves del devenir. Si estáis concordes y unidos, seréis invencibles”. Y mencionó los campus de Zamora, Ávila, así como el Parque Científico de Villamayor de Armuña, para que “gocen de los mismos derechos”.
La Universidad que quiere el rector Rivero
Ricardo Rivero tendió la mano a todas las autoridades, “a quienes espero corresponder con lealtad y con acierto”, porque “el sistema universitario es una de las potencias de este tierra”. Eso sí, defendió “la adecuada financiación del servicio público en la investigación y la innovación”, cooperando con las universidades privadas en el mapa de titulaciones, en cada disciplina, para lo cual hizo un repaso por todas las facultades y escuelas universitarias.
“Aspiraré a mostar un afán de ejemplaridad pública. Débil soy, pero vosotros me haréis más fuerte. Imprudente nací, pero me daréis templanza”, manifestó a continuación, y advirtió: “Nunca olvidéis que conozco bien las leyes”. Así, recuerda que hace quince años comenzó su labor en una comisión universitaria y ahora toma posesión como rector.
A continuación recordó las palabras de Miguel de Unamuno en 1914 explicando lo que debe ser un rector, “llevando al pueblo la voz desinteresada del saber, el que no se pliega a los intereses de secta o bandera social”. “Emular a Unamuno es un ejercicio de esencia constante, vuestro será mi tiempo, mi energía, mi capacidad, las de Ricardo, que vino a estudiar a Salamanca desde hace treinta años y quedé enhechizado”.
Ricardo Rivero se refirió después a otro de sus objetivos, aumentar el número de sus estudiantes. “Lograremos revertir la tendencia del estancamiento del número de estudiantes”, también con ayuda del personal de administración y servicios, porque “no sentís que trabajáis en una empresa”. De ahí que les recordara que propondrá mejoras en su situación laboral. “Os merecéis el más alto reconocimiento”, les dijo. Y a los docentes, “os recuerdo que soy uno de vosotros”, por lo que no dejará de dar clase y estará pendiente de si el ordenador no funciona, si hay calefacción o no en clase, pero también “las dificultades de gestión que sufrimos”, sobre todo en materia de investigación, que pretende potenciar y mejorar. “Todas nuestras tareas deben plantearse en clave de servicio público”, añadió. “Porque la excelencia no nace de la nada, sino de las condiciones adecuadas para prosperar”.
El nuevo rector también tuvo palabras para la responsabilidad social de la Universidad, “que sea un ejemplo de consideración, conciencia ambiental y plena igualdad entre hombres y mujeres”, al mismo tiempo que “debemos reinventarnos en transparencia, veréis nuestras agendas y gastos como antes no se habían contemplado”. Porque “Usal ha de ser sinónimo de buen gobierno, como también de arte, música, teatro, literatura, que nunca dejemos de acudir a las cualidades humanísticas de nuestra institución”. “Salamanca la blanca, quién te mantiene. Con respeto de los carboneritos, recuérdese nuestra aportación. Os responderemos con resonancia mundial, os pedimos que os suméis a la celebración del 2018”, pues “el octavo centenario es una gran oportunidad para todos, se ha convertido en un acontecimiento de Estado”. Por lo que, teniendo en cuenta que “Salamanca es el arquetipo del saber”, trabajará para tender puentes con todo el mundo.
Concluyó su discurso aludiendo al amor de tres mujeres: Paloma, su madre; Nieves, su mujer, y Amina, “que es siempre mi mayor tesoro”. Pero también de padres, parientes y amigos, de “mi familia universitaria, saldré de mi casa para ganarme el jornal de mi labor diaria como profesor, uno más”. Y añadió que siempre se defienda a Salamanca, “madre de los ingenios del mundo y princesas de todas las ciencias”.
Reivindicativa despedida de Daniel Hernández Ruipérez
Antes de Rivero se despidió el rector saliente, Daniel Hernández Ruipérez, quien, “transcurrido el periodo electoral de disputas”, deseó unidad en la comunidad universitaria para trabajar por el futuro de la institución ocho veces centenaria. A continuación realizó un amplio agradecimiento a todos los vicerrectores de ambos mandatos, además de quienes la han acompañado en su labor diaria, autoridades políticas y mecenas. “Hemos discutido mucho, pero siempre desde el mismo lado de la mesa”.
Ruipérez quiso ser breve en su discurso y no quiso extenderse en el balance de sus ocho años de gobierno, porque está disponible en el portal de transparencia de la página web de la universidad. “Asumo la responsabilidad con la sociedad toda, que nos encarga la tarea de formar a sus estudiantes”, afirmó.
Pero sí quiso centrarse en una defensa de la autonomía de la universidad como institución académica, pues “se la ha maniatado con normas y se queda sin medios, y en ocasiones se interfiere en su funcionamiento. Es uno de los síntomas del sistema actual que he denunciado tantas veces”. De ahí que haya reclamado un nuevo sistema universitario.
Porque, como dijo Ruipérez, siente un “profundo orgullo de pertenencia y la necesidad de poner el interés general de la institución por encima del interés propio”. Es lo que ha intentado en estos ocho años, sobre todo mejorar la imagen de la Universidad de Salamanca, que es “una institución seria, solvente, comprometida y colaboradora. Por eso somos una universidad respetada y valorada en ámbitos nacionales e internacionales”.
Y se despidió el rector saliente poniéndose a disposición de la comunidad universitaria, “porque un ex es para siempre”, y a disposición del rector Ricardo Rivero. Por eso, pide participación en el debate universitario, “que no seguidismo. Siempre con la universidad, siempre con el rector”, concluyó.
Llamamiento al trabajo conjunto del consejero de Educación
El acto se cerró con las palabras del consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey, quien agradeció el trabajo del equipo saliente “que, en medio de una crisis pavorosa, ha contribuido a convertir a la Universidad de Salamanca en una de las universidades españolas de referencia defendiendo su papel en el mundo entero”. En cuanto al nuevo equipo rectoral, Rey se mostró convencido de que “sabrá conducir a esta universidad en un tiempo difícil e interesante”.
A juicio del consejero, la Universidad “se beneficia de hechos diferenciales que la hacen única, empezando por el afecto de toda la sociedad que siente la Universidad de Salamanca como propia”. En esa línea, recordó que el Estudio salmantino “es una de las marcas más reconocible de lo español fuera de España y fomenta un enrome sentido de pertenencia, percibido con orgullo y afecto”.
Rey ha manifestado que España tiene por delante un "importantísimo desafío" que pasa por "decidir si España quiere ser la Florida de Europa o la California de Europa, ser un lugar de sol y playa o ser un lugar donde se crea y se innova". Hay que tomarse "muy en serio" la política científica y de investigación, pues "es un tren que no podemos perder", ha señalado el máximo responsable educativo en la Comunidad.
Ha insistido en que "hace falta en nuestro país una reforma de la universidad, de igual manera que hace una reforma de la educación no universitaria". En este sentido, "tenemos que ponernos de acuerdo qué escuela queremos para los próximo 20 o 30 años", ha añadido.
Asimismo, ha remarcado el interés de la Junta de Castilla y León por bajar los precios de sus tasas. Y, para ello, ha recordado que la Administración Autonómica ya ha bajado "unas cuantas decenas de euros" esas aportaciones que han de hacer los estudiantes, y a la Junta le queda "otra tacada" que bajará próximamente para llegar a la media nacional.
No obstante, Rey ha señalado que es preciso "repensar" si "tendría que haber más homogeneidad" a la hora de aprobar estos precios públicos, al igual que dotar al sistema de una prueba que "homogeneice" el acceso a la universidad. En este último caso, el consejero ha asegurado que esta es una petición que Castilla y León ha hecho "por tierra, mar y aire".