La Diputación pone en marcha el nuevo código ético

La Diputación de Salamanca ya trabaja para poner en marcha las medidas del nuevo Código de Ética y Guía de Buenas Prácticas, que aprobó el pleno por unanimidad y que regirá la actividad pública de la institución.

Según ha explicado el presidente de la entidad provincial, Javier Iglesias, este documento afectará tanto a los responsables políticos de la administración como a los empleados públicos que trabajan en ella.

El propósito, con medidas que algunas ya se han puesto en marcha y otras que se irán incorporando próximamente, es que la Diputación ofrezca en su servicio diario "los valores que demanda la sociedad" en la transparencia, en el acceso a la información y en las buenas prácticas que "regirán su actividad pública".

Asimismo, el proyecto contempla un impulso de las "políticas de calidad", de las prácticas innovadoras en la gestión y en la mejora del uso de los recursos públicos, con el objetivo también de "frenar malas prácticas".

Para su elaboración, la Diputación creó un grupo de trabajo con representantes de los distintos grupos políticos, de los sindicatos y miembros del Comité de Transparencia de la Diputación, además de contar con el apoyo y asesoramiento de un equipo de expertos en ética pública, lingüística y derecho administrativo de la Universidad de Salamanca (USAL).

La aplicación, en la que se contempla también un plan de igualdad y un plan de formación para que todos los implicados conozcan sus condiciones, afectará a la institución y a sus organismos autónomos , y tanto a empleados públicos y representantes políticos como a a personal laboral y eventual o entidades que se relacionen con la Diputación, como los ayuntamientos, los cuales "se pueden adherir a él y asumir como propio", ha explicado Javier Iglesias junto a los diputados José María Sánchez y Eva Picado, quien actuará como presidenta del comité de ética.