Salamanca inmortaliza al poeta Adares con una escultura en su Corrillo
La ciudad de Salamanca inmortaliza al poeta Remigio González Martín, conocido como “Adares”, con la colocación de una escultura póstuma de Agustín Casillas, Medalla de Oro, en la Plaza del Corrillo, ágora que frecuentó a diario durante años. El alcalde, Alfonso Fernández Mañueco, junto a familiares tanto del poeta como del escultor, han descubierto esta obra, que supone un doble homenaje a dos autores muy queridos en Salamanca.
Con dos metros de altura y casi un metro de ancho, esta obra, fundida en bronce, presenta al poeta salmantino caminando en recuerdo a su habitual recorrido por la calle San Justo hacia la Plaza del Corrillo, donde permanecía durante horas acompañado de sus poesías, al abrigo de la iglesia de San Martín. Agustín Casillas modeló a “Adares” con su característica barba, gorra visera a la cabeza, bufanda y el zurrón en el que guardaba sus poemas.
La pieza se ha colocado en la Plaza del Corrillo, lugar al que el propio artista denominó su “Cátedra de Poesía”. Con esta escultura, el Ayuntamiento da respuesta a una demanda de la ciudad y a un merecido recuerdo al entrañable escritor querido por la ciudad y que amó la poesía hasta su muerte repentina a los 77 años.
El poeta “Adares”, autor de más de 30 poemarios en solitario, permanecerá unido para siempre a la historia de Salamanca con la escultura de Agustín Casillas, uno de los grandes artistas que representa la época dorada de la escultura en Salamanca y en Castilla y León.
Agustín Casillas, un reconocido autor
Agustín Casillas fue distinguido con numerosos premios y reconocimientos a lo largo de su extensa trayectoria artística, entre los que destacan el Primer Premio Nacional de Escultura, la Primera Medalla Nacional de Escultura o el Primer Premio Regional de Escultura.
Es autor de numerosas esculturas de carácter público que se encuentran en su mayor parte ubicadas en Salamanca. Entre sus esculturas están la del Lazarillo y el ciego, junto al Puente Romano de la ciudad; la de La Celestina, en el Huerto de Calixto y Melibea; el busto de Diego de Torres Villarroel; la escultura de Rafael Farina que se encuentra en la Vaguada de la Palma; o el medallón dedicado a Cervantes en la Plaza Mayor de Salamanca, entre otras muchas.