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Región

Las gargantillas de San Blas, patrón de las ‘ronqueras’

3 febrero, 2018 13:23

Las fiestas de invierno, relacionadas con el ciclo anual y sus rituales diversos han sobrevivido vinculadas a festividades religiosas o celebraciones locales unas veces, y, otras, como carnavales tradicionales, diferenciados del rito de la máscarada. El Carnaval marca el punto final de las fiestas y mascaradas de invierno, y da paso a la Cuaresma, que es un período de tiempo que tiene un significado estrictamente religioso en el calendario cristiano.

Para entender una festividad como la de San Blas, conviene tener presente que el proceso de cristianización de Europa fue lento. Por otra parte, hay que determinar qué se entiende por pagano. La Europa celta fue romanizada, pero conservaba al mismo tiempo muchas de sus costumbres y creencias. En cuanto a la religión romana, fue acumulando muchas influencias a lo largo de su historia. Al conquistar Grecia, se heleniza e incorpora a su panteón a los dioses griegos. Después hay una enorme influencia y arraigo de cultos de origen oriental en todo el Imperio. Todo, como es lógico, se mezclaba y cada civilización absorvía aquello que le interesaba de la sociedad conquistada.

Para acercarnos a la festividad del 3 de febrero -que se celebra hoy-, reseñar que uno de los ritos más populares fue el culto a Isis y Osiris. Sus templos eran famosos en Roma, y su presencia se extendió a todas las ciudades importantes y regiones del mundo romano. La leyenda de San Blas, según diversos estudios, tiene algunos puntos de coincidencia con la leyenda de Osiris y es posible que por esta razón, al menos en parte, el culto a este mártir cristiano se hiciera muy popular en los primeros tiempos del cristianismo.

El Santo médico y obispo

Imagen de San Blas

Tras Las Candelas llega San Blas, 3 de febrero, que lo festejan desde los diablos hasta los moros y los cristianos, por supuesto. Este Santo fue médico y obispo en Sebaste (Armenia), donde vivió en los siglos III y IV. Su ansia de perfección lo llevó a refugiarse en una cueva en lo alto del monte Argeo. Fue perseguido por su fe. Durante el traslado al penal sanó a un niño que agonizaba por una espina que se le había atravesado en la garganta. Por eso se le conoce como el Santo de las ‘ronqueras’ y las afecciones de garganta y las gargantillas.

Como estamos por San Blas, cuando dicen que regresan las cigüeñas, porque ahora no se van, su festividad suele estar asociada a multitud de tradiciones y costumbres populares. Hay tantas variantes como lugares.

Los salmantinos, por general, compran una cinta bendecida –existen de múltiples colores- y la cuelgan al cuello hasta el Martes de Carnaval, quemándola el Miércoles de Ceniza. De esta forma se cuidan del mal de garganta. Esta tradición tiene especial seguimiento en los municipios de Santa Marta de Tormes –con un amplio programa festivo que termina con las águedas-, Corporario, Peralejos de Abajo y Garcihernández, de los cuales es el Patrón. Además, se celebra también en la comarca de Ciudad Rodrigo, en Doñinos de Ledesma, La Fregeneda –con la adoración de la reliquia del Santo que se conserva en el pueblo- y en Sepulcro-Hilario con procesiones con la imagen de San Blas engalanada de gargantillas a las que bendicen.

En cuanto a Mogarraz son típicas las romerías por las bodegas particulares de muchas de las casas del pueblo en las que se brinda por el Santo y se hace a ritmo de pasacalles de tamborileros, que los hay muchos y buenos por esas tierras serranas. Se trata de la fiesta mayor de invierno que comienza con la invitación de la peña a un caldo y un café. Después, la música de la gaita y el tamboril inundan las calles de Mogarraz gracias al pasacalles y al mediodía llega la tradicional bendición de las gargantillas de San Blas por parte del párroco. Asimismo, los vecinos sacarán en procesión la imagen del santo. Una vez terminada la procesión, la parroquia invitará a los asistentes a un caldo y a la Plaza acoge será una degustación del limón serrano. Se cierra la jornada en honor a San Blas con un recorrido vespertino por las bodegas de la villa mogarreña con música tradicional.

Venta de gargantillas en las calles de Salamanca./ Archivo

El refranero español es pródigo en frases y sentencias que hacen referencia a San Blas:

Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres: año de nieves. Hace referencia a la llegada de las cigüeñas a España, que se produce a principios de febrero excepto en años muy fríos.

Por San Blas, hora y media más. En estas fechas, transcurrido casi un mes y medio de invierno, la duración del día es manifiestamente más prolongada.

San Blas bendito, cúrame la garganta y el apetito.

San Blas, tú me llamarás. La afección de garganta provocará en el propio fiel el recordatorio del santo.

San Blas, San Blas, que se ahoga este animal. Cuando alguien se atraganta, se dice este refrán mientras se le da en la espalda para que se le pase.