Salamanca cada vez más ruidosa: dos denuncias diarias de media
Este miércoles, 25 de abril, es el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido. Considerado como un agente contaminante de primer orden, puede afectar a nuestro descanso, dificulta la concentración en el entorno laboral o en los estudios, y entorpece la comunicación humana.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 20% de los europeos están expuestos a niveles sonoros de más de 65 decibelios durante el día y un 30% sufren niveles superiores a los 55 durante la noche. Para buscar solución a este problema, la reglamentación comunitaria desde hace ya tiempo se ha centrado en regular las emisiones sonoras de las fuentes de ruido, y ejemplo de ello son las diferentes Directivas que regulan las emisiones de vehículos, motocicletas, aeronaves, maquinaria de uso exterior o aparatos domésticos. Pero la comprobación de que diariamente inciden sobre el ambiente múltiples focos de emisión ha hecho necesario un nuevo enfoque común destinado a evitar, prevenir y reducir con carácter prioritario los efectos nocivos, incluyendo las molestias, de la exposición al ruido ambiental.
La memoria del año 2017 de la Policía Local de Salamanca muestra el creciente problema que el ruido supone en la capital charra. Las actuaciones referidas a los ruidos de origen vecinal o ciudadano precisaron de 629 intervenciones el año pasado, a una media de dos diarias. El centro de la ciudad (94) y los barrios del Oeste (53), Labradores (31) y San Bernardo y Universidad (28 en cada uno) concentraron buena parte de las actuaciones policiales por estos motivos.
También hubo denuncias por trabajos como las obras de construcción, pese a que no pueden realizarse entre las 23:01 y las 8:00 horas, y durante el resto de la jornada, los equipos y herramientas empleados no pueden generar a cinco metros de distancia niveles de presión sonora superiores a 85 decibelios, según consta en la ordenanza municipal sobre ruidos y vibraciones.
Tipo de infracciones y sanciones
En la normativa del Ayuntamiento de Salamanca se establece que se consideran infracciones leves superar los niveles máximos admisibles de ruido hasta en 4 decibelios, tanto en emisión como en inmisión, el ejercer cualquier actividad industrial, comercial, recreativa, musical, de espectáculos y de servicios. Se consideran infracciones graves superar los niveles máximos admisibles de ruido hasta en 7 decibelios y el mero entorpecimiento de las funciones de inspección por parte de la Policía Local y los Servicios Técnicos Municipales, así como la reincidencia en la comisión de cualquier infracción leve durante el plazo de dos años. Y se consideran infracciones muy graves superar los niveles máximos admisibles de ruido a partir de 8 decibelios, el trucaje, manipulación, ruptura del precinto o sustitución sin autorización de aparatos o equipos precintados por los Servicios Técnicos Municipales o la Policía Local y la reincidencia en la comisión de cualquier infracción grave durante el plazo de dos años.
Las infracciones leves pueden ser sancionadas con hasta 700 euros y/o inmovilización del vehículo o ciclomotor por un periodo de tiempo no superior a quince días; las infracciones graves, con multas de hasta 1.500 euros y/o inmovilización durante un mes; y las infracciones muy graves, con multas de hasta 3.000 euros y/o inmovilización durante seis meses.