Una primavera atípica a orillas del Pisuerga
No esperen que en estas líneas, o mejor dicho al final de ellas, encontrar unas fotografías en las que las flores coloridas sean las protagonistas, en las que los árboles ganen presencia y en las que las calle huelan a primavera más que nunca porque a diferencia de lo que ocurriera el año pasado, en esta ocasión no va a ser así.
Han pasado casi dos meses desde que entró la primavera por aquel 20 de marzo y a 13 de mayo, el fresquete, como se suele decir, sigue más presente que nunca en Valladolid, más este fin de semana cuando las temperaturas máximas han llegado a descender hasta seis grados.
La primavera viene del término “prime” y “vera” que significa “buen tiempo” y que se adopta por las buenas temperaturas que tenemos en estas fechas del año caracterizadas por la espectacular floración de las plantas y por los días que suelen ser más largos.
La segunda estación del año termina con el solsticio de verano, en junio si hablamos del hemisferio norte, y en diciembre si nos referimos al sur.
Una estación que está siendo atípica en esta ocasión como podemos ver en las siguientes fotografías :