A ella nadie le quita lo "bailao"
Quinta en dúo femenino y octava en pasos libres. Este es el último logro de María Garrido, la bailarina zamorana que no deja de acumular títulos y que se ha traído a Zamora dos grandes puestos desde el campeonato mundial La Negra Salsa Festival. María forma parte de la escuela de baile Escena, que dirige el también zamorano David Martín. Ambos han convertido su gala de fin de curso en el espectáculo 'Oportunidad de soñar', que representará el día 16 de este mes en el teatro Ramos Carrión (entradas disponibles en la propia escuela).
Las competiciones no son un mundo desconocido para esta bailarina profesional que empezó a mover el esqueleto a los once años y tiene claro que el secreto es disfrutar y trabajar para superarse a sí misma.
Es la primera vez que te presentas a este campeonato y lo haces como solista y en dúo con Julia Fernández. ¿Cómo resumes esta experiencia?
Llevaba tiempo pensando en presentarme a este campeonato pero no he querido ir hasta que no me he sentido realmente preparada. Siempre le he tenido mucho respeto a esta competición porque es internacional y dije que el día que fuera, iba a hacer algo digno de ver y de hacer. Tanto Julia como yo hemos invertido mucho tiempo, pero con tal de bailar me da igual hacerlo sola, en grupo o en pareja. Como solista tienes más presión porque, en pareja, la responsabilidad es compartida y no te ves solo en un escenario. Compitiendo en pasos libres tienes que llenar la escena tú sola ante un público y un jurado. Hay más presión pero también más aprendizaje.
A parte del puesto, ¿qué te llevas del campeonato?
De todo este mundo y esta pasión por el baile, de toda las experiencias que me permite vivir, me llevo algo. En este caso, el tener más seguridad en mí misma y el crecer profesional y personalmente. A Zamora me he traído dos buenos puestos y la satisfacción de haber hecho un buen trabajo que ha gustado. Por supuesto, también el cariño de la gente, que ha sido bestial. Los días de campeonato, he tenido mensajes por todas las redes sociales y el Whatsapp ardiendo. Todo el mundo ha estado involucradísimo y siguiendo la competición minuto a minuto. Tengo que dar las gracias a gente de Zamora y de fuera, a todos los que me han ayudado a prepararme, a las modistas, a la persona que me preparó la música, a David, a Julia, a mi familia, a mis amigos... A muchísimas personas. En ese sentido, el campeonato y el cariño han sido abrumadores.
¿Cuál es el proceso hasta llegar a la final en La Negra Salsa Festival?
Esta competición es un poco diferente a las demás porque existe una preselección. No te seleccionas ganando otros campeonato menores sino que envías una inscripción por vídeo y si cumples lo que buscan, te seleccionan. Una vez allí, pasas diferentes eliminatorias hasta que llegas a la final. Puedo decir que ha sido una paliza porque hemos estado metidos en la carpa desde las 11.00 de la mañana que empiezas a ensayar hasta las 3.00 que nos dan los resultados. Pero sacas fuerzas de donde sea porque ves que vas pasando una prueba y otra y te la estás jugando. Llevas mucho tiempo preparándote y sacrificándote como para decir "no puedo más" y lo das todo.
Empezaste a bailar con 11 años y hoy, con 23, tienes un palmarés espectacular, tanto en pasos libres como con David Martín. ¿Qué significa para ti ganar un título detrás de otro?
Ganar títulos es una superación. Cuando compites trabajas para tratar de quedar en el mejor puesto pero para mí no se trata de quedar por encima de nadie sino de que, cada año y cada título, sean una forma de superarme a mí misma. Mi objetivo no es ganar a tal o a cual sino que es un objetivo personal, para mí, para hacerlo mejor. Eso significa ganar un título: superación, ganas de seguir trabajando y mejorar día a día.
¿Por qué decidiste dedicar tu vida al baile?
Siempre me ha gustado bailar. Empecé por un amiga y me encantó y cuando conocí a David, encajamos como bailarines y decidimos formarnos. Así, poco a poco, nos hemos ido dedicando más a ello hasta ser profesionales. Bailar es lo que más me gusta pero también he estudiando la carrera de Enfermería porque bailar es mi pasión y a lo que me dedico hoy en día pero, siendo realista, con 50 años no voy a estar haciendo acrobacias y compitiendo. Cualquier día puedo tener una lesión y tengo que tener un plan B. Ahora mismo puedo vivir del baile pero no tengo pensando dedicar toda mi vida profesional a esto. Siempre va a estar ahí porque es lo que más me gusta del mundo pero tengo otras opciones en las que me centraré más adelante.
¿Qué es lo mejor de esta pasión?
Son muchas cosas. Por ejemplo, la satisfacción personal que te llevas después de dedicarle tantísimas horas. Como en cualquier hobbie o deporte que te apasiona, en el baile te sacrificas mucho cuando te involucras. En Zamora es difícil porque hay muy pocas opciones relacionadas con nuestra profesión y por eso David y yo siempre hemos buscado profesores particulares para movernos y formarnos. El sacrificio es alto pero la recompensa es muy buena, a través del crecimiento que yo misma veo en mis campeonatos y coreografías y del cariño de la gente. En este campeonato tengo que darle las gracias a muchísimas personas, que me han mandado mil mensajes y no he podido contestar a todos porque son muchísimos, a mi gente, a mi familia, a los alumnos de la escuela, a los que están conmigo día a día, por los consejos, por el cariño... Hay demasiadas cosas buenas dentro del baile para elegir solo una.
¿Cuál sería el culmen de tu carrera como bailarina? ¿Hasta dónde te gustaría llegar?
¡Puf! No tengo un objetivo fijo. Evidentemente, a lo máximo que pueda dentro de mi carrera profesional en el baile, que hoy por hoy no tiene fecha de caducidad. Siempre voy a intentar conseguir todo lo que pueda, mejorando y superándome a mí misma. Ahora mismo, he ido a este campeonato y el año que viene intentaré mejorar mi trabajo, no de quedar por encima de nadie, no se trata de eso. Tanto compitiendo sola como en pareja, con David o con Julia, siempre tratamos de estar orgullosos de nuestro trabajo, de estar satisfecho y mejorar día a día. Mi objetivo es ese, mejorar y conseguir lo máximo que se pueda. Este ha sido el primer año en el campeonato de La Negra y el objetivo era estar en la final. Lo hemos conseguido con un quinto y un octavo puesto con los que estoy muy satisfecha y orgullosa.
¿En qué te gustaría que cambiara el tratamiento que se le da a la cultura, tanto en Zamora como en España?
Antes el baile era más desconocido pero ahora cada día hay más interés. Cada vez más gente va a clases, sabe lo que es una bachata o una salsa, sales de fiestas y escuchas estos géneros... Son modas pero sí es verdad que esto es cada vez más conocido y más parte de la cultura. De lo que se trata es de que no muera y para eso están, por ejemplo las escuelas de baile como Escena, que dirige David, para acercar este mundo a la gente. Un mundo que no deja de ser una forma de entretenimiento y diversión sanos e incomparables.
Ahora están muy de moda bailes latinos como la bachata, la salsa o la kizomba, ¿qué le recomiendas a la gente que empieza?
Que aprendan de todo. Te puede gustar algo más o menos pero hay que probar de todo porque cada baile tiene su cosa y, cuando lo pruebas, quizá te sorprendas de que te guste. Yo siempre digo lo mismo, no sabes si algo te gusta si no lo pruebas. Evidentemente, llama más la atención lo que está más de moda, como la bachata, pero la salsa, que es a lo que yo más me dedico, es un baile con una cultura muy rica, con mucha historia y de la que si te empapas aprendes muchísimo en muchísimos aspectos, no solo en baile y música sino también en historia, por ejemplo. Hay que intentar por todos los medios que el baile no sea solo una moda y que no muera, por todo lo que nos puede enseñar.
Una última reflexión personal sobre la pasión por el baile
Para mí, esta pasión es mi forma de vida. No me planteo la vida sin tenerla. Lo necesito, porque siempre ha estado ahí (María empezó a bailar con 11 años y ahora tiene 23) y porque me hace superarme a mí misma.
Lo que dicen de ella
Desde los comienzos de su carrera, María ha sido pareja de baile de David Martín Vecino, actual director de la academia Escena en Zamora. De sus palabras se desprende que María no es solo buena bailarina sino buena compañera. "Es un placer bailar con ella porque hace que el escenario se llene solo con su presencia. Ella es una persona con una sensibilidad especial a la hora de interpretar la música. Es capaz de analizar cada pieza y montar los pasos dependiendo de la musicalidad para llenar el escenario como un estilo limpio, bonito y con un sello muy propio". Sobre la participación en el campeonato internacional de La Negra, David lo tiene claro: "Hizo una competición muy inteligente y estuvo a la altura de grandísimas bailarinas. Una de las grandes virtudes de María es su gran nivel técnico, hace que sus coreografías parezcan fáciles y que el público pueda disfrutar con ella".
Julia Fernández, su otra compañera de baile, asegura que "es fantástico trabajar con ella porque lo hace todo súper fácil. María es una persona muy positiva y responsable, siempre está pendiente de cada detalle. A nivel personal, ha sido una experiencia muy bonita porque tenemos una gran amistad. Nos hemos reído muchísimo de nosotras mismas montando las coreografías y los ensayos se nos pasaban volando. María crea muy buen ambiente trabajando".
De cara al año que viene, tanto Julia como María tienen claro que uno de los secretos de ser quintas del mundo como dúo es el haber preparado sus coreografías con casi un año de antelación, por lo que actualmente ya se encuentran preparando su trabajo para el siguiente campeonato.