No llevaré la alegría que siempre me acompaña cuando voy a Montemayor para compartir amistad con las buenas gentes de La Empalizada. Mañana Iré triste y volveré triste de Montemayor de Pililla donde esta mañana me anunciaba mi amigo Raúl - alma mater de esta modélica asociación taurina y cultural- que a Roberto “Fisi” le había fallado su corazón. Roberto Olmedo, un tipo abierto, generoso, franco y, sobre todo, bueno, se nos ha ido para siempre. Decía David Seltzer: “Para algunos momentos de la vida no hay palabras”.

Eso nos ha pasado a muchos de los que conocíamos a Roberto cuando recibíamos la triste noticia: nos hemos quedado sin palabras...y sin habla. Un auténtico mazazo. Roberto, a sus 38 años, (insultante edad para morirse) sabía vivir la vida pero también sabía trabajarla -duro- por esas carreteras de Dios recogiendo residuos sanitarios de hospital en hospital de nuestra Castilla y León.

Y cuando había que divertirse ahí estaba Roberto “Fisi” echando un pulso a la noche y a quién hiciera falta. A exquisito y voraz gastrónomo pocos le desafiaban. Y en afición taurina hasta se puso delante de una becerra cuando salíamos con las excursiones de La Empalizada. En fin.

Y detrás, siempre observante y sonriente, Gema con Gonzalo, el hijo de ambos. A Gema Losada la conocí antes que a Roberto en su Tordesillas natal cuando ejercía la corresponsalía de El Norte de Castilla.

Luego, cuando las gentes de La Empalizada y de Montemayor me llenaron el alma de amistad, volvimos a coincidir con Gema ya con Roberto de pareja y su pequeño Gonzalo que vendría tiempo después. Roberto “Fisi” en La Empalizada era pura entrega y su colaboración se hizo imprescindible junto al equipo directivo de mi amigo Raúl Redondo.

Con cierta rudeza aparente, Roberto estaba lleno de ternura; además de buen conversador y, sobre todo, rezumaba humanidad por todos los poros de su voluminoso corpachón. Descansa en paz amigo. La vida tiene que seguir para tu Gema y tu Gonzalo del alma, a los que tanto amabas y protegías. Desde estas líneas les enviamos un fuerte abrazo impregnado de lágrimas, pero también de mucho ánimo.

Abrazo que extendemos a  Martín y Begoña, sus padres. A María, su hermana, y a toda la familia de La Empalizada.

P.D. El sepelio tendrá lugar mañana lunes a partir de las SEIS de la tarde en la iglesia Santa María Magdalena de Montemayor de Pililla, pueblo natal de Roberto Olmedo, aunque residía con su familia en Tordesillas.