Castilla y León

Castilla y León

Región

Salamanca criminal: explotación sexual de mujeres tras anuncios de contactos

2 julio, 2018 08:31

La sociedad camina hacia un mundo más feminizado, dejando atrás la lacra del machismo para favorecer la igualdad de géneros. Pero hay quienes no sólo promueven la superioridad del hombre, sino que además cruzan la línea del delito aprovechando la libertad de fronteras y la dificultad de controlar todos los accesos en un mundo globalizado. Así, cada vez proliferan más los grupos dedicados a la trata de seres humanos y explotación sexual de mujeres. Esta semana uno de estos grupos criminales ha caído en la provincia de Salamanca.

¿Cómo funcionan estas mafias? Generalmente la organización está compuesta por ciudadanos de diversas nacionalidades que se dedican a engañar a mujeres en sus países de origen, sobre todo de Sudamérica (ahora destaca Venezuela dada la crisis económica y social que padece el país) y Europa del Este, donde se encuentra el principal captador de la organización. Con falsas promesas de trabajo o estudios, son captadas para venir a España.

Una vez en nuestro país, la realidad es bien diferente. Las mujeres han contraído una deuda con la organización, que sólo pueden saldar mediante el ejercicio de la prostitución. Una deuda que nunca termina, pues los intereses que se generan cada semana son mayores que los ingresos que aportan a sus captores. Y no pueden escapar, pues son amenazadas no sólo con perder la vida, también con la de sus familiares en los países de origen. Mujeres que no sólo se encuentran en los tradicionales clubes de alterne, donde subsisten en régimen de semiesclavitud, cada vez más en pisos de alquiler para pasar desapercibida la actividad delictiva.

Y es que Salamanca es una ciudad universitaria donde el mercado del alquiler registra un enorme movimiento durante todo el año. Las mafias lo saben y camuflan su negocio sexual a modo de vivienda compartida entre varias personas que buscan ganarse la vida honradamente, cuando la realidad es bien distinta.

Una realidad que comienza con la petición de asilo internacional para estas mujeres explotadas. Mientras dura el proceso administrativo, en torno a año y medio, permanecen en España como refugiadas en situación regular. Al concluir el periodo legal, todavía tienen otro año y medio para poder solicitar el permiso de residencia por arraigo social, una vez que se han cumplido tres años de estancia.

Se trata, por tanto, de mujeres que pueden ser explotadas en viviendas, pues el alquiler figura a su nombre al estar muchas de ellas inicialmente de forma legal en nuestro país, de manera que la Policía tiene serias dificultades para detectar estos espacios delictivos a priori invisible y, una vez descubiertos, poder seguir la pista de las mafias. Organizaciones criminales que logran captar mujeres en los países de origen prometiéndoles un mujer porvenir y sufragando sus gastos, cuando realmente están contrayendo una deuda con los proxenetas que nunca desciende y les hipoteca de por vida en la prostitución.

Los miembros de la organización tienen sus funciones perfectamente delimitadas, desde el máximo responsable, pasando por el captador y los transportistas de las víctimas. También hay trabajadoras en los clubes que actúan de controladoras e informadoras de las actividades de todas las mujeres que ejercen la prostitución, incluso vigilantes de quienes se encuentran en pisos de alquiler.

De forma paralela, la organización cuenta con empresas usadas para el blanqueo del dinero obtenido. Todo ello con medidas de seguridad extraordinarias, utilizando varios números de teléfono para obstaculizar las investigaciones policiales y variando itinerarios en sus desplazamientos para detectar posibles vigilancias. Bandas de explotadores sexuales cada vez más sofisticadas y cada vez más asentadas en España, también en Salamanca.