La búsqueda del joven boliviano de 23 años Gabriel Omar Mancilla, 'Chema', se ha vuelto a reactivar cuando están a punto de cumplirse cuatro meses de su desaparición, con la participación de unidades especializadas de la Policía Nacional, junto con Bomberos y Protección Civil.

Las gestiones han sido continuas desde entonces, intensificándose de nuevo la búsqueda en el río con participación del GEO y de la Unidad Central de Guías Caninos especializada en el hallazgo de restos humanos. Una de las líneas abiertas incluía la búsqueda en el cauce del Río Tormes, en la que han participado distintas unidades policiales, además de Bomberos y Protección Civil, no estando exenta en muchos momentos de dificultades debido a condiciones meteorológicas y a otras circunstancias derivadas del caudal.

Fue el pasado 12 de marzo cuando se le vio por última vez. Eran sobre las cinco de la tarde y llevaba pantalón gris y una cazadora negra, en torno a 1,70 metros y de complexión normal, unos 75 kilos.

Desde el primer momento Bomberos de Salamanca y Diputación, Guardia Civil, Policía Nacional y Local, y Protección Civil, incluso GEOS, buzos especiales y helicópteros, aprovechando el descenso del caudal del río tras la rotura de una pesquera, lo buscaron tanto en el agua como entre la maleza. En cualquier recoveco.

Pero la crecida del río Tormes y la fuerza con la que bajaba el agua no ayudaron pese a que se ha rastreado desde el límite con el término municipal de Villamayor hasta La Aldehuela, ya en Santa Marta de Tormes. Desde hace semanas el operativo de búsqueda está suspendido a la espera de nuevas pistas que pudieran reactivarlo.

En un primer momento, familiares y amigos esperaban que Gabriel Omar estuviera con vida y hubiera decidido marcharse temporalmente de forma voluntaria, arrojando su teléfono móvil al río, de ahí que se situara en esa zona su última conexión. Pero el tiempo transcurrido ha evaporado esta hipótesis, al igual que la del secuestro, en la que también estuvo trabajando la Policía Nacional.