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Cuidado con lo que se limpia: ¿sabes identificar sus etiquetas?

12 julio, 2018 08:17

Esta semana ha fallecido en Madrid una joven de 30 años mientras limpiaba la cocina con amoníaco, al parecer mezclado con lejía. Desde la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) recuerdan la importancia de leer y comprender las etiquetas de los productos de limpieza (y otros productos potencialmente peligrosos), así como conocer las recomendaciones de uso y de respuesta en caso de accidente.

Por su composición, los productos de limpieza deben cumplir con un etiquetado específico. Así, los productos químicos y aquellos productos que en su composición contengan ingredientes o mezclas catalogados como peligrosos, deberán contar en su etiqueta con alguno o varios de los pictogramas de peligro regulados a nivel de la Unión Europea.

En casa, disponemos de muchos productos de uso corriente cuyas etiquetas contienen estos pictogramas. Es importante guardarlos siempre fuera del alcance de los niños, apartados de la comida, y en su envase original, de forma que siempre que se vayan a utilizar podamos consultar la información de la etiqueta. Nunca se debe mezclar amoniaco con lejía.

Junto a los símbolos, se encuentran palabras de atención y algunos consejos de utilización que es importante seguir. Por ello, antes de utilizar cualquier producto, es importante leer bien la etiqueta. Y sobre todo es importante conocer el significado de cada uno de estos pictogramas para actuar de forma responsable. Dos son los que aparecen en los envases de amoniaco.

CORROSIVO

Símbolo: corrosión

Palabra de advertencia: PELIGRO/ATENCIÓN

¿Qué indica? Se trata de un peligro físico y/o para la salud ya que puede ser corrosivo para los metales y/o provocar quemaduras graves en la piel y lesiones oculares graves.

¿Dónde encontrar este pictograma? Este símbolo puede encontrarlo, por ejemplo, en desatascadores de tuberías, amoníaco, sosa cáustica, decapantes o los limpiadores de hornos.

Consejos de prudencia: lavarse concienzudamente tras la manipulación. Guardar bajo llave. Utilizar las medidas de protección que se indiquen en la etiqueta. Conservar únicamente en el recipiente original, algunos accidentes se producen por cambiar los productos a envases de bebidas, botellas o vasos. No mezcle unos productos con otros. Por ejemplo, no debería mezclar lejía con amoniaco, con desincrustantes o con desatascadores.

PELIGRO PARA LA SALUD

Símbolo: signo de exclamación

Palabra de advertencia: ATENCIÓN

¿Qué indica? Peligro para la salud. Nocivo en caso de ingestión. Puede irritar las vías espiratorias. Provocar una reacción alérgica en la piel, irritación cutánea o irritación ocular grave, somnolencia o vértigo.

¿Dónde encontrar este pictograma? Puede encontrar este símbolo en detergentes para vajilla, ropa y multiusos (polvo y líquido), amoniaco, lejía, pinturas en espray, líquido de frenos para vehículos, etc.

Consejos de prudencia: en caso de inhalación: transportar a la víctima al exterior y mantenerla en reposo en una posición confortable para respirar. En caso de ingestión, llame a un centro de información toxicológica o a un médico. Utilizar las medidas de protección que se indiquen en la etiqueta. En caso de contacto con la piel: lavar con agua y jabón abundantes. En caso de contacto con los ojos: aclarar cuidadosamente con agua durante varios minutos.

Qué hacer en caso de accidente

También en la etiqueta, encontrará el teléfono del Servicio de Información Toxicológica (SIT) 915620420 que atiende llamadas de todo el territorio español los 365 días del año las 24 horas del día. Este servicio está atendido por personal sanitario y proporciona información sobre cómo actuar en caso de accidente. Pero también se puede avisar al Servicio de Emergencias 112 para que activen el protocolo de actuación en estos casos.

Para ello, es importante preparar la llamada, tener a mano el envase del producto que hemos utilizado y poder responder a las siguientes preguntas:

· QUIÉN: edad, sexo, peso, antecedentes médicos del intoxicado.

· QUÉ: identificar el producto lo más completamente posible con su nombre comercial, el tipo de envase, si se conocen los ingredientes, etcétera.

· CUÁNTO: calcular aproximadamente la dosis viendo los restos del envase, lo que hay derramado, etc.

· CUÁNDO: hace cuánto o durante cuánto tiempo.

· POR QUÉ: ha sido un accidente laboral, un trasvase, un error de dosis, no se veía bien la etiqueta, etc.

Algunos consejos prácticos

Según el tipo de intoxicación, se deberán seguir unos consejos u otros. No es lo mismo, por ejemplo, intoxicarse por haber ingerido amoníaco, que a causa de los vapores generados por el producto.

Para prevenir intoxicaciones por inhalación de vapores tóxicos, es importante utilizar siempre estos productos en estancias ventiladas, abriendo las ventanas antes de la aplicación. Y nunca mezclar unos productos con otros, pues pueden generar reacciones químicas muy tóxicas. Si, a pesar de utilizar el producto correctamente, siente que se marea, o que el olor de los vapores es muy fuerte, es recomendable mantener las habitaciones ventiladas, retirar cualquier prenda que haya estado expuesta a los vapores, y ducharse para retirar cualquier rastro de producto tóxico.

Si la intoxicación se produce por la ingesta de uno de estos productos, ha de saber que no siempre está indicado el vómito, ya que puede empeorar la situación, al hacer pasar dos veces el producto por la garganta. Además, pese al consejo popular de beber leche, ésta no siempre está indicada, es más, en la mayoría de los casos puede hacer que se fijen los productos químicos. Por ello, es más recomendable beber agua o zumos, que diluyan el producto.