Tres son los posibles resultados que tenemos cuando vamos a hacer la ITV. Puede ser favorable, desfavorable o negativa. Esa favorable puede llevar algún fallo leve por lo que podremos seguir circulando pero en el caso de que sean desfavorable o negativo habrá que reparar los daños antes de volver a pasar la inspección.

Por esto es importante saber cuáles son esas faltas graves entre las que se encuentran y encabezan los fallos de alumbrado y señalización. Las luces de marcha atrás, los de cruce, luces sin homologar, etc.

Además de estos están los problemas de motor y también los de frenos que acaban por cerrar el podio. Ruedas que no frenan, eficacia de frenado menor al 50%, rotura de válvulas defectuosas o que pierden líquido en algún tubo…

Los fallos en la carrocería también son muy frecuentes. Cerraduras, bisagras en mal estado. Presencia de óxido o perforaciones en partes del vehículo que pueden desprenderse del coche. Uno de los defectos muy graves, como explica itv.com, que ocurren con frecuencia, son los fallos a la hora de identificar el vehículo, porque esté desgastada la matrícula o porque el número de bastidor no coincide con el de documentación.

Fallos en el depósito de combustible, eje y fijaciones, dirección, etc. son otros de los fallos graves que pueden hacer que tengas que rascarte el bolsillo para solucionar problemas.