Seis multas cada hora por exceso de velocidad en Salamanca
Llega agosto, el principal mes de vacaciones en España. Los desplazamientos por carretera serán masivos y con ellos se sucederán las infracciones entre conductores que no respetan las normas de la Dirección General de Tráfico (DGT). Sobre todo por exceso de velocidad.
Salamanca es una provincia con mucho tráfico de vehículos debido al paso de dos autovías que son arterias entre Portugal, Valladolid y Madrid (A-62 y A-50) y entre norte y sur de España (A-66, Ruta de la Plata). También una provincia con 362 pueblos, por lo que los desplazamientos por carreteras secundarias son masivos en agosto debido a las fiestas patronales. Las imprudencias son tales que se ponen unas 160 multas al día por exceso de velocidad, seis cada hora, según datos oficiales. Sanciones que recaudan una media de 9.800 euros diarios.
En el alfoz de la capital charra está uno de los radares que más multan de España. En concreto, se trata del radar de la autovía A-66 cerca de la rotonda de Buenos Aires, que enlaza con la autovía A-62. Un tramo donde hay que circular a menos de 100 kilómetros por hora, por lo que muchos conductores pasan a 120 sin haberse percatado del límite anunciado metros antes. Sólo ese radar recauda unos tres mil euros al día.
Las multas de los radares de la provincia de Salamanca por exceso de velocidad de los conductores van a las arcas del Estado para después ser distribuido en los Presupuestos Generales del Estado. La polémica siempre está presente respecto a si la ubicación de los radares persigue prevenir accidentes o simplemente recaudar dinero. Para aquellos que consideran lo segundo, ¿en qué se podría emplear entonces ese dinero para revertirlo en la sociedad?
Por ejemplo, si hablamos de personal, para pagar la nómina de un mes de la mitad de todos los trabajadores de la Diputación de Salamanca, o para contratar medio centenar de médicos o profesores durante un año, con sus correspondientes pagas extras. Si hablamos de infraestructuras, el dinero de las multas de los radares salmantinos servirían casi para pagar un colegio nuevo como el que se acaba de estrenar en Villares de la Reina, una de las localidades con más niños de la provincia de Salamanca. O para pagar la mitad del reclamado durante años y pendiente de construcción centro de salud del barrio Zurguén en la capital.