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Un laberinto burocrático entierra la esperanza de recuperar víctimas del franquismo

3 agosto, 2018 20:13

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica tenía previsto realizar la búsqueda de dos fosas comunes con víctimas de la dictadura franquista que se han visto retrasadas por los obstáculos que genera el Decreto de Memoria Histórica aprobado el pasado mes de abril por el gobierno de la Junta de Castilla y León. Una de ellas está en la localidad salmantina de Boadilla, pedanía de La Fuente de San Esteban.

Según el propio vicepresidente de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, el decreto había sido concebido para facilitar la búsqueda de personas desaparecidas en la comunidad y para “obligar a que los ayuntamientos e, incluso, los particulares, permitan llevar a cabo las excavaciones necesarias cuando se tengan indicios suficientes de que hay un enterramiento de represaliados”. Pero la realidad es bien distinta.

La asociación tenía prevista una exhumación cuya solicitud de intervención fue remitida al Ayuntamiento en junio. Y el caso no está todavía resuelto administrativamente. En el caso de Boadilla se trata de una fosa común de cuatro vecinos de Robleda, asesinados en agosto de 1936. El terreno afectado es un pequeño espacio en el cementerio vecina, pero la propia Junta Vecinal ha otorgado de palabra su permiso. “Por el contrario, la secretaria del Ayuntamiento de La Fuentes de San Esteban se ha negado a otorgar el permiso en papel oficial con diferentes disculpas y, ni siquiera, ha respondido oficialmente a ninguno de los escritos de la asociación”, añade.

La respuesta de la Junta fue que el procedimiento de solicitud comenzó previo al decreto, por lo tanto no es un caso amparado. “La falta de atención por parte de la Junta de Castilla y León a los familiares de las víctimas, que son quienes reclaman la búsqueda de sus seres queridos, viene a confirmar las sospechas de la asociación, que denunció que las políticas de memoria castellanas y leonesas deberían haberse llevado a cabo desde las Cortes, tras el trabajo de una comisión que escuchara a víctimas y técnicos”.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), fundada en el año 2000 después de la primera exhumación mediante métodos científicos en Priaranza del Bierzo ha exhumado en Castilla y León más de 800 cuerpos, en las más de 140 intervenciones que ha realizado en 18 años.

Víctimas pendientes de exhumación

Esteban Mateos Mateos: Vecino de Robleda (Salamanca) de 32 años, asesinado el 12 de agosto de 1936 junto a su hermano. Fue detenido dos días antas con intención de ser llevado a Ciudad Rodrigo. Fue asesinado en las inmediaciones de Boadilla y enterrado en el fondo del cementerio vecinal en una fosa común.

Tiburcio Mateos Mateos: Vecino de Robleda (Salamanca) de 26 años, asesinado el 12 de agosto de 1936 junto a su hermano. Fue detenido dos días antas con intención de ser llevado a Ciudad Rodrigo. Fue asesinado en las inmediaciones de Boadilla y enterrado en el fondo del cementerio vecinal en una fosa común.

Emilio Gutiérrez Pascual: Vecino de Robleda (Salamanca) de 33 años, asesinado el 12 de agosto de 1936. Fue detenido dos días antas con intención de ser llevado a Ciudad Rodrigo. Fue asesinado en las inmediaciones de Boadilla y enterrado en el fondo del cementerio vecinal en una fosa común.

Julio Calzada Blasco: Vecino de Robleda (Salamanca) de ¿18? años, asesinado el 12 de agosto de 1936. Fue detenido dos días antas con intención de ser llevado a Ciudad Rodrigo. Fue asesinado en las inmediaciones de Boadilla y enterrado en el fondo del cementerio vecinal en una fosa común.