La masiva llegada de inmigrantes este verano a España ha reabierto el debate sobre su acogida. Una vez atendidos en la costa tras su agónico periplo por el mar, muchos son realojados en las distintas provincias del país para comenzar una nueva vida. Ahí juegan un papel fundamental organizaciones como Salamanca Acoge, protagonista de esta serie dominical sobre las asociaciones y colectivos sociales de la provincia charra.

Se trata de una asociación sin ánimo de lucro, que promueve el apoyo a las personas inmigrantes y refugiadas, así como la promoción de la diversidad. Una ONG reconocida como entidad de utilidad pública por el Ministerio del Interior, donde permanece inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones, que ayuda sobre todo a aquellas personas que se encuentren en situación de riesgo o vulnerabilidad social, para que accedan a sus derechos con normalidad y puedan desarrollar dignamente su proyecto vital. Su sede está en la avenida de los Cedros, 53, bajo, al lado de la Plaza Barcelona, atendiendo de lunes a jueves de 9:30 a 14:00 y de 16:30 a 19:30 horas, y los viernes por las mañanas, también en el correo electrónico salamanca.acoge@redacoge.org y los teléfonos 923 01 90 30 y 923 01 90 31.

A lo largo de este año 2018 está llevando a cabo el proyecto ‘Atención, Información, Orientación y Asesoramiento a Personas Inmigrantes’, habiendo beneficiado a más de doscientas personas durante el primer semestre. Así, se facilita información personalizada a demanda y se intentan resolver pequeñas necesidades en las gestiones del día a día. También se ofrecen tablones de información sobre diversos temas: ofertas diarias de empleo, información laboral, oportunidades de formación, anuncios de alquiler de vivienda, actividades para distintas realidades (familias, personas solas, jóvenes, niños…), tanto las organizadas por Salamanca Acoge, como las promovidas por otras entidades, grupos del barrio o de la ciudad. Y se facilitan las citas con los distintos profesionales de la entidad, así como la derivación a otros servicios y recursos externos, canalizando en cualquier caso, cada necesidad o demanda.

En la intervención con las personas inmigrantes y refugiadas se valora como importante un extra en la atención social: el apoyo psicosocial. “Si cualquier persona que nacimos en España podemos tener necesidad en algún momento de la vida de este apoyo, las personas que han tenido que abandonar la tierra, sus raíces, su gente, sus costumbres, y han tenido que hacer esfuerzos por adaptarse a un nuevo idioma, estilos de vida, nuevas personas, a una vida nueva y diferente… con un mayor motivo”, explican desde Salamanca Acoge.

Y es que “las personas inmigrantes y refugiadas se enfrentan con más vigorosidad a bloqueos, miedos, incertidumbres, inseguridades, vacíos. Lo que se ha dado en llamar el Síndrome de Ulises es quizá sólo el aspecto más conocido de la realidad psicosocial que padecen. Al iniciar un proyecto migratorio, podemos estar incrementando las posibilidades de necesitar apoyo psicológico y es necesario estar ahí”. Además, se trata de generar espacios para fortalecer redes de apoyo, “para descubrir que siempre hay oportunidades en la vida, que existen pequeños huecos por donde ir colándose en la mejora del bienestar personal y familiar, que hay motivos para sentirse mejor con los cambios que le decisión u obligación de migrar ha traído consigo”.

Cuando llega un inmigrante a Salamanca Acoge, en primer lugar se proporciona información y orientación en cuanto a derechos y deberes, también sobre el acceso y uso de los recursos de la ciudad, así como las ayudas y prestaciones sociales que puedan solicitar en caso de necesitarla. A continuación se realiza una atención integral de acuerdo a un plan de intervención, con apoyos económicos para el pago del alquiler y suministros. Además, es entidad beneficiaria de reparto del Banco de Alimentos de Salamanca, esto significa que cuentan con un apoyo de alimentos mensual para aquellas familias que lo necesiten y tengan una actitud positiva y activa hacia la resolución favorable de su situación de vulnerabilidad.

Por otro lado está el programa de alojamiento temporal, un servicio dirigido a personas inmigrantes en situación de vulnerabilidad social y que carecen de recursos económicos y red social para acceder a una vivienda. Se trata de ofrecer, como recurso específico, una vivienda común, normalizada de forma transitoria y temporal. Durante el cual se llevan a cabo actividades encaminadas a facilitar y apoyar el proceso de integración de las personas inmigrantes en la comunidad y mejorar su situación personal a través de un plan de intervención individualizado.

A ello se añade un servicio de intermediación para el acceso a la vivienda, que consiste en el desarrollo de actuaciones que faciliten la adquisición de viviendas o el arrendamiento de habitaciones a la población inmigrante en condiciones dignas y de igualdad de oportunidades que la población autóctona. Se lleva a cabo la mediación entre propietarios e inquilinos, gestión de bolsa de viviendas y habitaciones de alquiler, y el desarrollo de itinerarios de intervención, acompañamiento y seguimiento de las personas inmigrantes atendidas y apoyadas.

Fundamental para la integración en la sociedad es el empleo. Tomando como punto de partida el protagonismo y la corresponsabilidad de las personas beneficiarias, se pretende fomentar el desarrollo de las estrategias individuales y grupales en su proceso de incorporación al mercado laboral. Así, se ofrece información y orientación e Inscripción en el programa de empleo y en la formación ofertada. Para ello se posibilitan los recursos necesarios para la búsqueda de empleo, recursos materiales (periódicos, ofertas actuales de internet y anuncios, teléfono, listados de empresa, acceso a internet, etcétera), recursos de conocimiento (orientación y asesoramiento para la búsqueda de empleo) y el apoyo mutuo y traspaso de información de otros compañeros y participantes.

Al mismo tiempo, se acomete el desarrollo de itinerarios individuales de inserción. A través de unas tutorías individualizadas, se acuerda un conjunto de actividades secuenciadas que las personas atendidas deben recorrer con el fin de facilitarles recursos para que gestionen con autonomía su propio proceso de inserción sociolaboral. Para ello se ofrecen clases de castellano, de inglés y de alfabetización.

Salamanca Acoge también se centra en la juventud y la infancia. “La participación de los jóvenes es vital en la sociedad, por eso, en Salamanca Acoge apostamos por los espacios de participación, donde las personas jóvenes son las principales protagonistas de su ocio, siendo ellas las que deciden qué actividades son de su interés y se organizan para conseguir que se cumplan sus objetivos”, explica. Por eso se pone en marcha un punto de información juvenil y el proyecto Creando Futuro, que funciona en una red a nivel estatal, dando como fruto una gran cantidad de experiencias de participación juvenil con un resultado muy positivo.

Además, hay una pequeteca, un espacio educativo y lúdico que cuenta con la participación social de las personas inmigrantes y de otras muchas colaboradoras para cumplir dos objetivos: generar acciones de participación social de las madres y padres para la posibilidad de conciliación; y poner a disposición un recurso de conciliación para poder confiar a sus hijos en un espacio seguro, lúdico y educativo, mientras llevan a cabo cuestiones laborales, formativas, de búsqueda de empleo, citas médicas u otras necesidades personales o, en general, de las familias. Por tanto, Salamanca Acoge es una ventana para inmigrantes hacia una nueva vida.