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¿Hay también plaga de palomas en Salamanca?

14 agosto, 2018 09:32

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) alerta de que la densidad de aves como las palomas en algunas ciudades está superando mucho los límites aconsejables y pueden generar un buen número de problemas de salud en la población, tanto de tipo respiratorio como intestinales. Puede ser el caso de Salamanca, donde los excrementos de estas aves son cada vez más abundantes y visibles en plazas, parques y jardines de la capital charra.

Anecpla insiste en la enorme importancia que tiene el control de especies plaga avícolas en entornos urbanos, tanto por los graves problemas de salud pública que pueden acarrear como por los innumerables desperfectos que ocasionan en el patrimonio. "Para conseguirlo, las medidas más eficaces son no proporcionarles alimento, para lo que la colaboración ciudadana es fundamental, y poner la prevención y la solución del problema llegado el caso en manos de profesionales", comenta su directora general, Milagros Fernández de Lezeta.

Las enfermedades infecciosas que las palomas pueden transmitir a los humanos no es algo común ya que es necesario un contacto directo con este ave o con sus excrementos, una de las principales vías de transmisión. Pero eso no significa que estos animales no transmitan enfermedades mediante agentes infecciosos como virus, hongos y bacterias que causan alergias y dolencias respiratorias.

Psitacosis o clamidiosis

La bacteria Chamydia Psittaci es la responsable de la psitacosis, enfermedad habitualmente transmitida por loros, periquitos y papagayos, aunque también las palomas pueden ser infectadas y convertirse en transmisoras de esta bacteria al hombre por vía respiratoria, secrecciones nasales, excrementos o tejidos y plumas.

Esta enfermedad provoca en el hombre cuadros similares a la neumonía y a la gripe e incluso dolencias digestivas ya que esta bacteria penetra en el organismo a través de las vías respiratorias y se propaga por el torrente sanguíneo para invadir el pulmón, el bazo e hígado. La psitacosis es una enfermedad más frecuente en personas que están en contacto directo con las aves, como aquellos que trabajan en plantas avícolas.

Salmonelosis

Los excrementos de las palomas pueden ser una vía de infección de la salmonela, una infección bacteriana que puede llegar a través de alimentos contaminados e incluso por la ropa tendida. El cuadro que provoca en el humano es de fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Alveolitis alérgica

Es una reacción alérgica, una hipersensibilidad a las plumas y al polvo fecal de las palomas y se produce por una exposición continua de un individuo a estas aves, como los que trabajan en un criadero realizando tareas de limpieza de las casetas. Provoca la inflamación de los alveolos de los pulmones y los síntomas son tos, dificultad para respirar, fiebre y escalofríos. Se puede confundir con un resfriado.

Criptococosis

El Crytococcus Neoformans es un hongo que se localiza en el excremento de las palomas. En realidad el reservorio (donde se aloja el hongo) es el suelo con el excremento y no el animal.  La transmisión se produce por inhalación de levaduras parecidas a los hongos, aunque puede ocurrir ocasionalmente por ingestión.

Los humanos pueden adquirir esta enfermedad si están en contacto con los nidos de las palomas donde también se concentran parásitos y piojos propios de estas aves. La criptococosis en humanos se manifiesta como meningitis o meningoencefalitis y es usualmente precedida por una infección pulmonar con tos, estornudos con sangre, fiebre y malestar.