Edificios que llevan siglos anclados en sus cimientos, fachadas sobrias que mantienen a buen recaudo el legado de sus muros y, de repente, la luz y la música comienzan a modular la piedra. Los recovecos de la pared cobran vida propia, se extienden y contraen, sirven de lienzo para las combinaciones más sorprendentes.

Es la magia del videoarte y el mapping, que estos días mantienen viva la sorpresa permanente en Medina del Campo, con el tercer festival Mapping Me que forma parte de la Semana Renacentista. En la noche del martes, después del impresionante desfile que inauguró la Feria Imperiales y Comuneros, las fachadas de la Colegiata de San Antolín y el Ayuntamiento se unieron gracias al soberbio montaje.

Aprovechando que 2018 es el Año Europeo del Patrimonio Cultural se preparó para la ocasión el mapping 'La luz de Europa', un fascinante viaje desde los confines del espacio hasta la evolución de la construcción europea.

Los sueños, los valores solidarios más arraigados, los dramas de la guerra y los refugiados, el crecimiento industrial, la amalgama de banderas y la mirada al futuro; todo trasladado de forma única con la música haciendo bailar a las paredes gracias al poder de la luz.

Por si fuera poco, el espectáculo pirotécnico de cierre colapsó las expectativas de un público que no daba crédito al impresionante viaje que se había puesto en marcha en cuestión de segundos y que iluminó la noche medinense.