Condenado por agredir a su esposa con un abreostras
La Audiencia de Palencia ha condenado a Fernando Morales Borgana a diez años y dos meses de cárcel por homicidio en grado de tentativa y amenazas por atacar con un abre ostras a su mujer en presencia de sus hijos en una calle de la capital palentina en marzo de 2017.
En concreto, el tribunal impone a Morales Borgana ocho años y seis meses de cárcel por tentativa de homicidio, así como otros veinte meses más de prisión por un delito de amenazas con la agravante de parentesco y la comisión del delito por razón de género.
Asimismo, se le prohíbe cualquier comunicación y aproximación a menos de 200 metros respecto del domicilio y el lugar de trabajo de la víctima por espacio de diez años, así como respecto de sus hijos. También se le ha impuesto libertad vigilada por tres años que se cumplirá una vez ejecutada la pena de prisión impuesta por el delito de homicidio.
A su vez, el condenado indemnizará a la víctima con 480 euros por lesiones, 790 euros por secuelas y 6.000 euros por daño moral; aunque se ha declarado insolvente, según informaron a Europa Press fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
La Audiencia Provincia de Palencia, absuelve sin embargo a Fernando Morales Borgana de los delitos de asesinato y de violencia familiar habitual de los que también fue acusado.
Los hechos tuvieron lugar el 4 de marzo de 2017, cuando la víctima acudió a la calle Fernando el Magno de la capital palentina sobre las 10.00 de la mañana para entregar a su pareja, con la que estaba en proceso de separación, los hijos de ambos.
Una vez allí, y al no salir del coche por miedo a ser atacada por Fernando, quien la había amenazado por whatsApp el día antes y en persona el mes anterior, el condenado se introdujo en el coche y en presencia de sus hijos empezó a agredirla con un abre ostras, propinándola diversas incisiones en varias partes del cuerpo.
Fueron los clientes de un bar cercano, en el que estaba el agresor, los que salieron a ayudar a la pareja de éste y consiguieron dar caza a Fernando, quien se autolesionó con la misma arma que había utilizado contra la víctima, tras salir huyendo.
Este ataque vino precedido por diversas amenazas, como indica la sentencia que afirma que Morales Borgana acudió el 27 de febrero de 2017 al domicilio en el que vivió con su expareja para recoger unos enseres personales que tenía en el garaje. Y que, tras recogerlos, manifestó a la víctima que quería ver a sus hijos y comenzó a subir las escaleras de acceso a la vivienda, siendo increpado por lo inoportuno de sus hechos, por lo que el agresor insultó a la víctima y la amenazó diciéndola "te voy a matar, voy ahora mismo a por un cuchillo" y que si no lo hacía era porque estaban los niños delante.
El condenado sufría alcoholismo, aunque se ha demostrado que durante el ataque no había consumido alcohol y tenía antecedentes penales tras pasar por la cárcel en Salamanca, donde intentó curarse de su enfermedad.