Guarido defiende su derecho a vestirse como le dé la gana
Harto ya de las críticas, la gota que ha colmado el vaso ha sido la carta escrita en un diario local por un mujer que dice avergonzarse de la vestimenta del alcalde de Zamora en un acto de la Policía, prefieriendo quizás que se disfrazara para la ocasión. Francisco Guarido ha entrado 'al trapo' para defender su derecho a vestirse como le dé la gana. Y es que, inexplicablemente, todavía se pone en tela de juicio a una persona, en este caso un político, simplemente por su manera de vestir -lo que viene a ser un argumento 'ad hominem'- sin atender a sus palabras o a sus hechos, que es por lo que, en definitiva, debería juzgarse a un gobernante. Más inexplicable resulta que escandalice una camisa, chupa o sandalia, cuando estamos más que acostumbrados a ver en el Congreso de los Diputados, desde la entrada de Podemos en el arco parlamentario, vestimentas más informales que el atuendo del propio Guarido.
Así pues, Guarido ha lanzado este mensaje en las redes sociales, en respuesta a la susodicha 'columna':
"EL HÁBITO NO HACE AL MONJE, NI EL TRAJE AL ALCALDE
UN POCO MÁS DE AMPLITUD DE MIRAS, SEÑORA
Estimada Señora, el traje no va en el sueldo, en efecto. No se es más alcalde por llevar corbata, ni menos cura por no llevar sotana. El policía tiene un uniforme de trabajo, como el bombero. El político no tiene uniforme, representamos al pueblo, y yo en concreto nunca he cambiado mi manera de vestir, como todo el mundo sabe. Y en las calles de Zamora mi forma de vestir no llama la atención ni avergüenza a nadie: soy una persona más. Es una pena que se avergonzara de mí por mi manera de vestir, pero creo que mucha gente se avergüenza de vd. hoy por su escrito. El hábito no hace al monje, ni la chaqueta al político. Que todavía hoy pueda escribirse algo así, denota que algunos pensamientos irreductibles y conservadores permanecen. Le diré QUE NECESITA UN POCO MÁS DE EDUCACIÓN.
Por cierto, ahí dejo mi foto con la camisa a la que acudí al acto".