Rebajada la condena por tentativa de asesinato en Medina

La Audiencia de Valladolid ha dejado visto para sentencia el juicio contra los hermanos Ricardo y Juan Manuel B.G, para quienes el fiscal del caso ha mantenido su petición de ocho años de cárcel por tentativa de asesinato perpetrado en septiembre de 2013 en Medina del Campo en la persona de Diego F.L, aunque ha retirado los cargos por delito de tenencia ilícita de armas por el que pedía un año adicional más para cada uno.

En su informe final, el acusador público considera acreditado que los dos procesados sostuvieron una discusión previa con familiares de la víctima en los autos de choque del Recinto Ferial de Medina la madrugada del 6 de septiembre, en plenas fiestas, y que acto seguido acudieron a casa de su padre, Francisco, hoy todavía en paradero desconocido, para contarle lo ocurrido y tomarse la venganza por su mano, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Armado el padre con una escopeta y acompañado por sus dos hijos, los tras se personaron ante la puerta de la vivienda de Diego F.L, al que conminaron a salir con gritos insultos.

Aunque el fiscal, como así han certificado todos los testigos, reconoce que el autor material de los dos disparos, uno posiblemente al aire y otro que impactó de lleno en el rostro y pecho del lesionado, fue el padre de los dos encausados, insiste en que tanto Ricardo, "el Richar", como Juan Manuel, "el Sordo", pese a no apretar el gatillo, se habían concertado con su progenitor para acabar con la vida de Fidel, quien desde entonces permanece ciego a causa de las graves lesiones sufridas en sus dos ojos.

Por ello, amén de los ocho años de privación de libertad para los dos hermanos, así como distintas medidas de seguridad para evitar que se aproximen o comuniquen con el lesionado, ha solicitado el pago de indemnizaciones en favor del perjudicado por importe de más de 526.000 euros.

La defensa, por contra, ha mantenido su petición absolutoria para sus dos patrocinados fundamentado en el testimonio prestado por los dos desde el primer momento, pues los dos sostienen que tras el incidente previo en los autos de choque no acudieron a casa del lesionado sino que primero buscaron ayuda en casa de una abuela y más tarde en la de un tío, donde fueron auxiliados, antes de que al día siguiente uno de ellos se trasladara a Madrid y otro a Valencia.

El padre de los dos jóvenes permanece prófugo de la Justicia desde el día de los hechos, con lo que en caso de ser localizado y detenido tendrá que ser juzgado por los mismos hechos, aunque en este caso, previsiblemente, no habrá rebaja de un año por el delito de tenencia ilícita de armas ya que todos los testigos colocan en sus manos el arma utilizado en el tiroteo.