Los rompecabezas de Mañueco
Las aguas previas a la cita electoral no bajan calmas, que digamos, en la zona popular. El nuevo presidente del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, tiene más problemas de los que en un primer momento confiaba. No todo son aplausos, también hay lucha soterrada, y mucha, sobre todo en tres escenarios, las Cortes de Castilla y León, León y Segovia. Son varias las voces en la bancada popular que no se cortan de hablar de "un partido desorganizado y con mucha improvisación. Y eso y la desunión llega más a la gente que la enredadera". Aunque en esos resortes del poder Mañueco se sabe mover bien.
La situación en este momento, en cuanto a los cabezas de lista a las Alcaldías de las capitales de provincia es la siguiente. Javier Lacalle, Alfonso Polanco, Yolanda de Gregorio, Pilar del Olmo y Mayte Martín serán los candidatos del Partido Popular a las Alcaldías de Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora. A ellos se debe sumar Carlos García Carbayo en Salamanca, que será anunciado en esta mañana de viernes. ¿Y León y Segovia? He ahí la madre de todas las batallas.
Comenzamos en León, donde el anuncio del candidato se dilata en cuanto que Antonio Silván, a pesar de anunciar algunos medios que sería el candidato, no hay nada de cierto en ello. No es menos cierto, aunque termine siendo el elegido, que la dirección regional no cuenta con él, o, al menos, no es de agrado. Sobre el actual primer edil y procurador pesa el lastre de 'La Enredadera' y, por qué no, su enfrentamiento a Mañueco en las primarias. Esto segundo, podría tener su importancia, pero no. El PP se enfrenta a una disyuntiva muy complicada, como es perder al Alcaldía de León con Antonio Silván como candidato. Y eso lo saben todos, incluso el propio afectado. Ante ello, Mañueco busca otras opciones, si Pablo Casado lo permite -al que se confía y sujeta Silván como a un clavo ardiendo-, aún con el riesgo de perder las elecciones, por mucho que Silván sea su hombre en León e, incluso, cuente con el clan de Valladolid -hablamos de Herrera, Del Olmo y De Santiago Juárez-. El grupo más libre de ataduras judiciales, mediáticas y de honestidad, ven a Juan Martínez Majo, alcalde de Valencia de Don Juan y presidente de la Diputación, como el candidato ideal e, incluso, con posibilidades de mantener para el PP la capital leonesa que, decimos, a día de hoy la tienen perdida los populares. Esta es la quiniela que se juega en León en estos momento y que, mañana, por hoy viernes, se tendrá que aclarar si el presidente nacional de la formación, Pablo Casado, quiere respaldar durante un acto de partido en Palencia, las designaciones.
El segundo punto conflictivo está en Segovia y, de paso, en las Cortes de Castilla y León con Silvia Clemente como protagonista. Las antaño, y aún cercanas, relaciones de afinidad entre la presidenta de las Cortes y el presidente regional del PP se han visto rotas y de forma virulenta, con una batalla soterrada de resultado incierto. Para ambos. Una tensión que aumenta en cada reunión de la Mesa de Portavoces entre el grupo duro de Mañueco -Raúl de la Hoz, Juan José Sanz Vitorio y Ángel Mariano Ibáñez- y la presidenta Silvia Clemente. Debemos anotar también un hecho sintomático, como fue el silencio en los aplausos a la presidenta en su discurso de cierre de la Gala de los Premios Hemiciscos por parte de la mesa del grupo duro mañuequista. Algo que también se hace más que visible y estruendoso en los plenos de las Cortes. Pero es que va más allá. Esa lucha soterrada, manejada desde la sombra, todo indica que tiene como finalidad minar la paciencia de Clemente y que dimita -saltando de presidente Ramiro Ruiz Medrano, más dócil y asequible para los tiempos electorales que llegan- y enviar a la actual presidenta como candidata a la Alcaldía de Segovia. Lejos de Valladolid y, encima, en un territorio dominado por la mano derecha de Alfonso Fernández Mañueco en el partido, el secretario regional y presidente de la Diputación, Francisco Vázquez. Además, a trabajarse la campaña electoral en una capital, Segovia, que gobierna el PSOE y donde es duro, no imposible obviamente, conseguir el bastón de mando.
Estas son las tres cuestiones que en este momento deben traer de cabeza a Mañueco, porque, de momento, en el resto de provincias las aguas, en cuanto a primeros de lista para las Alcaldías de las capitales de provincia marchan dentro de lo previsible. Eso sí, Valladolid es otra cuestión ya salvada, pero no del entorno del presidente regional. En el PP de la capital de Castilla y León manda su presidente y también de la Diputación, José Julio Carnero, quien envió un mensaje contundente a la dirección regional: "O Pilar Del Olmo -actual consejera de Economía- o José Antonio Martínez Bermejo -actual portavoz munical-". Y no hay más que hablar. Todo indica que Pilar del Olmo, además del PP de Valladolid, cuenta con el beneplácito de Pablo Casado. Es la lectura de las primarias, como también se debe leer quién ha sido Del Olmo todo este tiempo atrás en las relaciones del Gobierno regional con Fernández Mañueco.
El caso de Salamanca
Alfonso Fernández Mañueco abandonó la Alcaldía de la capital charra para dedicarse en cuerpo y alma a intentar controlar el PP en estos tiempos de víspera electorales y candidaturas, para sofocar más de un fuego, y a promocionarse como sea por toda la Comunidad, al no ceder su puesto Juan Vicente Herrera para presentarse a las elecciones como candidato a presidir la Junta desde el Colegio de la Asunción.
En Salamanca dejó, tomó posesión esta mañana de jueves, quien fuera su segundo, Carlos García Carbayo, una persona bien vista por unos y otros. Dialogante, comprometido y además preparado, trabajador y conocedor de la realidad municipal. García Carbayo será anunciado como candidato a la Alcaldía de Salamanca este viernes por parte del presidente provincial del PP y de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias.
Y ya que estamos en Salamanca y con Iglesias hablemos de una perspectiva que se presenta más que probable. El PP, según todas las opiniones y extrapolando encuestas, perderá la mayoría absoluta en la Diputación de Salamanca. Iglesias, al igual que ocurrió con Ciudad Rodrigo, no está 'hecho' para perder. Por tanto, todo lleva a considerar que no concurrirá como candidato a presidente. Es que es, al margen del presidente del PP de Salamanca, presidente de la Diputación salmantina y senador, donde se pasa varios días a la semana. Tres cargos en una sola persona.
Manteniéndose como senador dejaría la Diputación de Salamanca por no tener que sentarse a negociar con Ciudadanos, formación que con total seguridad no llegaría a acuerdo alguno con Iglesias. Según se desprende de algunos populares, se está postulando una persona muy cercana al presidente, el alcalde de Las Veguillas, Jose María Sánchez, que busca hacer méritos. Pero se da la circunstancia que se encuentra en la misma tesitura que Iglesias, sentarse con la formación naranja a negociar sería casi imposible. En política cuesta olvidar. Si el PP quiere mantener el sillón de la presidencia de la Diputación de Salamanca, y dando por ciertas las interpretaciones de resultados electorales posibles, ni Iglesias ni Sánchez. Cosas de la política y el comportamiento de los políticos.