La Guardia Civil ha detenido en la AP-1, a su paso por Burgos, a un camionero extranjero de 39 años, A.K., como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por septuplicar la tasa de alcohol permitida.
Los hechos ocurrieron a las 17.30 horas del pasado martes 26 de marzo, cuando una patrulla de Seguridad Ciudadana detectaba la presencia de un vehículo articulado compuesto por cabeza tractora y semirremolque, que circulaba de manera anómala por la autovía sentido norte, ocupando ambos carriles de circulación sin motivo aparente, por lo que decidieron pararle para interesarse por los motivos de su conducta, según informa el instituto armado hoy a través de un comunicado remitido a Europa Press.
Su conducción zigzagueante impedía el adelantamiento de otros vehículos que circulaban detrás, acción que ponía en peligro no sólo su propia vida e integridad, sino la del resto de usuarios de la vía.
La patrulla interceptaba al vehículo pesado, consiguiendo darle el alto y retirarlo de la circulación, identificando a su conductor en el cual se observaron síntomas evidentes de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia, por lo que los Agentes solicitaron la presencia de un Equipo de Atestados para realizar las pruebas de alcoholemia
Los resultados obtenidos mediante el aire espirado mostraron una tasa de 1'18 y 1'17 mg/l, lo que supone superar en más de siete veces la tasa máxima establecida para este grupo de conductores "profesionales" que es de 0'15 mg/l, por lo que el conductor fue detenido como presunto autor de un delito contra la seguridad vial, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Miranda de Ebro.
La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante podrían conllevar administrativamente hasta 1.000 euros de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de 6 a 12 meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años, concluye el comunicado.