El VRAC supera a El Salvador y gana su novena Liga
El VRAC ha sumado su novena Liga tras ganar en la final a El Salvador, en un vibrante partido en el que la hegemonía del rugby nacional ha vuelto pasar por los campos de Pepe Rojo. El Quesos dominó la final desde el principio y mantuvo el liderazgo en el marcador hasta conseguir la victoria por 27 a 39, en una final marcada por el gran ritmo ofensivo.
Todos los pronósticos en cuanto al desarrollo del juego se rompieron enseguida, ya que tanto el ritmo en la sucesión de fases como la anotación conjunta fueron mayores a lo que nos tienen acostumbrados estos equipos, y no se produjeron interrupciones prolongadas. Sumado al gran ambiente y al buen juego desplegado por ambos cuadros desde el principio, pudimos disfrutar de una final apasionante.
El partido comenzó sin especulaciones y fue James Faiva quien adelantó a El Salvador en el tanto gracias a una patada de castigo a pocos minutos del inicio. No obstante, Gareth Griffiths no se quedó de brazos cruzados y junto al otro miembro de la pareja de centros del VRAC, Alvar Gimeno, firmaron una jugada brillante, donde tras romper el primero la línea en medio campo, combinó con el valenciano, que terminó ensayando tras una carrera descomunal.
Si bien el apertura tongano del Chami respondió sumando 3 nuevos puntos, los queseros se encontraban muy cómodos en el juego abierto y como si de un entrenamiento se tratase, practicaron varias jugadas muy bien trenzadas en línea de tres cuartos, hasta que Fede Casteglioni sumó una nueva marca, parecida a la conseguida en las semifinales.
Tras una tercera marca de los de azul, el equipo de Juan Carlos Pérez buscó un juego más controlado, con avances contundentes de delantera continuados, para meter presión a su rival y frenar la sangría atrás. Fue así como Michael Walker-Fitton sumó el primer ensayo para El Salvador, quienes ganaron en confianza y pasaron a dominar el juego durante varios minutos. Estuvieron a punto de dar continuidad a su buena dinámica con nuevos puntos, pero el Quesos supo mantenerse firme en su peor momento y resistió hasta el descanso.
A continuación, quien sabe si gracias a las instrucciones de Merino en el vestuario, vinieron los mejores compases para el VRAC, donde pusieron en liza toda su artillería y sus mecanismos de juego colectivo funcionaron a la perfección, sin dar opciones al contrario y despegándose de nuevo en el marcador. La reacción chamiza no se hizo esperar, pero a base de gran acierto en el juego de patada y la habilidad para forzar errores en los puntos de contacto, los queseros podían quitarse la presión con regularidad. Por ello, aunque Nicolás Jurado acortó de nuevo distancias, Guido Albertario y Gareth Griffiths no tardaron en contestar, sentenciando el choque para el VRAC.
El Salvador, con gran coraje y orgullo, siguió luchando hasta el último aliento, pero el tiempo se acabó. El pitido final hacía bueno el 27-39 para el VRAC, que además consigue su tercer título liguero seguido.