El ganador del Premio Gil de Biedma reivindica la poesía para construir personas
El ganador del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma, el salmantino Juan Antonio González Iglesias, ha reivindicado la poesía porque es "importante para construir seres humanos mejores".
La noticia del premio concedido por la Diputación de Segovia la recibió en Francia. Su obra, 'Jardín Gulbenkian' fue elegida de entre 800 trabajos presentados. "Es algo que ilumina mi vida. Una gran alegría que he acogido con la serenidad que da la madurez, porque si me hubiera pillado de joven lo más probable es que hubiera dado saltos de alegría. Ha sido muy importante y compensa otros malos momentos", señala en declaraciones recogidas en un comunicado que la institución provincial ha remitido a Europa Press.
Desde su entorno no ha dejado de recibir parabienes. Su hermana le dijo que había ganado el "mejor premio de poesía del mundo". "Y yo lo siento así. El bien se difunde solo. El galardón ha alegrado a más personas que a mí y eso me agrada. Además, que el premio lo publique Visor es un valor añadido muy importante", confiesa.
El jurado del premio estuvo presidido por el presidente de la Diputación Francisco Vázquez y compuesto además por el coordinador del certamen, Gonzalo Santonja Gómez-Agero; el secretario del jurado, Emilio Lázaro Garrido, Luis María Anson Oliart, Antonio Colinas Lobato, Juan Manuel de Prada Blanco, Carlos Fernández Aganzo, Fermín Herrero Redondo, Raquel Lanseros Sánchez, María Ángeles Pérez López, y Jesús García Sánchez, de la editorial Visor.
Santonja destacó, tras dar a conocer el fallo, que el que un autor de la talla del ganador se presentara de forma anónima al premio, denotaba su humildad. "Agradezco el gesto -dice el escritor- pero si elogio mi humildad, la perdería. La verdad es que el nombre del Premio y el jurado es muy excelso, con grandes nombres. Estuve mirando las bases y me lancé. Era arriesgado porque lo normal es no ganar entre tantos y tan buenos trabajos que seguro se han presentado", añade.
El coordinador del jurado describió la obra del ganador como una creación que se definía muy bien, que buscaba el fulgor de la belleza natural, que es una fusión entre el sentir y el pensar y que utiliza la belleza clásica y a través de ésta buscar al lector contemporáneo y del futuro.
En esa búsqueda de nuevos lectores el premiado sigue recomendando la necesidad de que la gente se acerque a la poesía. "No existe sustituto para la poesía; si perdemos la poesía van las cosas peor. De hecho, ya van las cosas peor porque hay menos poesía que antes en la educación de las personas. La poesía es importante para construir seres humanos mejores. No sólo como consecuencia de sentir amor, sino para todo, para comprender la naturaleza o para afrontar la muerte", explica.
Lenguaje cuidado
Otro miembro del jurado, el poeta Fermín Herrero, destacaba que la poesía de José Antonio González Iglesias está hecha desde una erudición que no estorba y que es luminosa y serena. "El lenguaje que se utiliza para la poesía debe ser el mejor y el más cuidado -confirma el catedrático salmantino-. No empalagoso, pero su sencillez tiene que ser fruto de lo más cuidado", apunta.
El concepto de belleza clásica también está presente en las creaciones del autor. Desde ese prisma ha desarrollado un proyecto estatal de investigación sobre Felicidad y la Literatura. Preguntado sobre si la literatura aporta felicidad contesta rotundo: "Sí. El romanticismo hacía asomarnos a la literatura como algo triste, oscuro, pero la línea clásica es positivista; ve a la literatura como algo bueno, que tiene luz. Es un valor social que también tiene la poesía: ayuda a ser feliz".
Juan Antonio González Iglesias es catedrático de Filología Latina en la Universidad de Salamanca y es colaborador literario de los diarios ABC y El País. Ha publicado seis libros de poemas y entre otros premios ha recibido el Vicente Núñez, Generación del 27 o el Loewe. En 1997 ya logró el accésit del Premio Gil de Biedma, cuando en aquella edición lo ganó José Luis Puerto, premio Castilla y León de las Letras.
Con su obra premiada se suma así a un olimpo de ganadores del premio formado por Luis Javier Moreno, José Pérez Olivares, Juan Carlos Pérez Mestre, Antonio Hernández, Santiago Sylvester, Concha García, Esperanza Ortega Martínez, Diego Jesús Jiménez, José Luis Puerto, Fernando Quiñones, José María Muñoz Quirós, José Viñals Correas, Miguel Florián Rábanos González, Clara Janés Nadal, Adolfo Alonso Ares, Jorge Urrutia, Manuel Vilas, José Luis Rey Cano, Juan Manuel González Gómez, Victoriano Cremer, Ricardo Bellveser, Carlos Aganzo, Miguel Albero Suárez, Javier Lorenzo Candel, Joaquín Pérez Azaustre, Fermín Herrero, Santiago Castelo, Francisco Onieva, Jacobo Llano Antonio Praena y Jaime Siles, concluye el comunicado.