Todos lo hemos oído: “Eres como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer”. Cada día que paso entre las huestes políticas de esta tierra nuestra, por Castilla y también León no decimos nación, siempre fue reino -castellano o leonés-, ahora que tanto se habla de historia, no salgo de mi asombro, decía. Si no hay gobierno porque no lo hay, si no se pacta porque no se pacta, cuando se pacta se critica que se pacte, y cuando no se pacta que todos se marchen a casa. Mi conclusión, paseando por los fríos pasillos de las Cortes de Castilla y León, donde, por cierto, poco se habló de pacto PSOE-UP, es que contra peor nos vaya, mejor. A decir del perro que ni come verduras ni las deja comer, es que, todo conmigo pero sin mí, como esa canción de Emilio José, "Ni contigo ni sin ti/ Tienen mis males remedio/ Contigo porque, me matas/ Sin ti porque, yo me muero/ Ni contigo, ni sin ti". Pienso yo, que Pedro Sánchez dimita y abra las puertas de La Moncloa para que pase ufano Pablo Casado... Pero no es más que 'el sueño de la razón que produce monstruos'. Al soñar, la razón abandona el camino de la lógica y la racionalidad conceptual, para caer en brazos de las pasiones, las pulsiones y la imaginación, creadoras de monstruos, ay!
Las Cortes de esta Comunidad tan nuestra han vivido varios conatos de incendio -en el hemiciclo- que, de momento, no llegaron a más. Sus señorias, de momento, se respetan y guardan sus formas. Demasiados problemas existen en esta tierra 'vaciada', no solo Teruel existe, también Soria existe, y Aliste y Sayago existen, y Los Arribes salmantinos y zamoranos, y Ramajería y los campos de Azaba y El Rebollar salmantino, y los páramos de Burgos y la montaña y la llanura leonesa... Demasiados problemas como para que los representantes regionales se preocupen de las cosas de allá lejos cuando los problemas, y muchos, están esperando a la puerta de casa. Es que, con el debido respeto, aún recuerdo aquellos cantos de juventud en las 'trincheras' cuando gritábamos "estamos cansados de ser pequeños,/ de que inventen batallas los de allá lejos/ pues con otros collares, son esos perros...". Era la voz de Víctor Manuel -de ascendencia salmantina de Espeja por parte de su padre, la familia San José- que se levantaba triunfante por las campas embarradas de Asturias. Años de juventud que vienen a nuestra memoria en estos días en que todos gritamos que Teruel existe, pero estas tierras de raya del Viejo Reino de León también!
Volvemos a nuestros cafés cidianos con conversaciones sabrosas. Unos y otros, y los de más allá, miran más a la actualidad naranja que al abrazo de Pedro y Pablo. Para solucionar el problema, "si es que existe, porque problema ninguno", nos decía un alto cargo de Ciudadanos, hay varias posiciones. No solo de tiempos, sino también de personas y postulados. Esperemos que la sangre no llegue al río en esas guerras fratricidas que afloran cuando la gobernabilidad se hace ingobernable en las formaciones políticas donde la mira, se mire como se mire, es la consecución del poder. Y cuando de poder hablamos... hasta se mata -en el buen y malo sentido-, ay!
En estas estábamos cuando, no somos únicos en pensarlo estos plumillas que somos del tres al cuarto, sino que grandes hombres de poder ya se han dado cuenta de que el presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, "es el más listo de todos". Por cierto, tuvimos un pequeño encuentro con el paisano y lo vimos feliz, sereno, complaciente... bonachón. Muy en su línea de persona que sabe esperar, porque en política, más que en ninguna otra profesión, saber esperar es la clave del éxito. No correr, cada cosa a su tiempo, no hacer ruido y dejar que se 'quemen los demás'. El éxito de Fernández Mañueco lo tenemos casi firmado. A esperar nuevos tiempos y nosotros que nos alegramos, ay!
El pleno no daba para más que para escuchar reproches con la nueva proposición de ley de diversidad sexual entre las tres derechas -PP, Cs y Vox- y el Grupo Socialista y Podemos. Eso sí, dicen los colectivos LGTBI que desde Cs los "han dejado tirados". Es que, en este caso, es el refrán de mi abuela, donde dije digo, digo Diego, ay!
Y al final de la tarde, cuando los despachos de sus señorías iban apagando sus luces, aún quedaba por el ambiente la voz del secretario general de Ciudadanos y ex diputado, José Manuel Villegas, que corregía a Paco Igea y aclaraba que Cs no se va a replantear sus acuerdos de gobierno autonómicos con el PP.
Faltaría más a estas alturas ya cuando el caramelo se deshace en la boca como un señuelo que endulza la cabeza, infla el pecho y ensancha la cintura, pero cuidado con esa faja que aprieta tanto para no salir obeso, porque apretada puede generar serias complicaciones de salud, ay!
P.D.: Ya, cuando la noche hacía su entrada ventosa y fría, asistimos, invitados por el amigo Álvaro Lora, de Sahagún, al homenaje que Aspaym Castilla y León (Asociación de Parapléjicos y Grandes Minusválidos Físicos) rindió al que fuera su presidente durante más de dos décadas -entre 1996 y 2018-, Julio Herrero, fallecido en septiembre del año pasado. Herrero, un sahagunés de pro que vivía en Valladolid, fue todo un 'maestro' a la hora de trabajar por la discapacidad y los discapacitados.
Allí, en el Auditorio Miguel Delibes de Valladolid con la presencia de numerosas autoridades - la delegada del Gobierno, Mercedes Martín; el presidente de las Cortes, Luis Fuentes; los consejeros de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, y el de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero; el presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; o el alcalde de Valladolid, Óscar Puente-, junto a amigos y familiares de Herrero, tras la difusión de un vídeo en el que se repasó la vida y trayectoria de Julio Herrero, fueron sus hijos quienes recordaron algunos momentos reseñables de su padre. Al final, Jesús Cifuentes -el cantante de Celtas Cortos con antecedentes en Mieza- marcó el ecuador del homenaje con una versión en acústico de su tema ‘Días de colores’ como guiño a los conciertos solidarios organizados por Aspaym Castilla y León. En realidad, hubo mucho cariño para reconocer el trabajo que hizo Herrero para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad. Gran hombre Julio Herrero Bermejo, un sahagunés de pro, ay!