El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha participado esta mañana en la reunión en la que se ha formalizado un acuerdo entre la Consejería de Agricultura, las organizaciones agrarias, asociaciones de ganaderos y Urcacyl para facilitar la actividad y mejorar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, sometidas a una restrictiva normativa en materia de sanidad animal.
Este acuerdo supone el cumplimiento de un compromiso de investidura del propio presidente de la Junta, quien el pasado mes de agosto impulsó un grupo de trabajo con representantes ganaderos y de la administración con el objetivo de buscar fórmulas para flexibilizar la aplicación de la normativa europea, de manera que puedan compatibilizarse la sanidad animal con la rentabilidad de las explotaciones. El acuerdo alcanzado hoy incluye una modificación de la Orden que regula la lucha contra la tuberculosis bovina en Castilla y León, centrada en acortar los plazos de restricción, limitar el número de pruebas a realizar y los animales objetos de dichas pruebas, siempre con las máximas garantías sanitarias.
Según ha destacado Fernández Mañueco, en Castilla y León se están haciendo las cosas bien, trabajando intensamente con todo el sector. Así lo demuestran los datos de tuberculosis bovina, que en diez años ha logrado reducir en dos tercios su afección en la Comunidad (pasando del 4,16 al 1,43 % de las explotaciones). En la actualidad, el 98,6 % de las explotaciones de vacuno de Castilla y León pueden mover libremente sus animales y exportar en Europa y fuera de Europa.
Durante los últimos meses, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha mantenido reuniones semanales con representantes de las organizaciones profesionales agrarias, Urcacyl, la Unión de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de Raza Charolesa de España, la Unión de Ganaderos de Vacas Nodrizas, la Asociación de Ganaderos 19 de abril, la Asociación Nacional de Criadores de Raza Avileña Negra Ibérica, la Asociación de Productores de Vacuno de Carne, la Asociación de Ganaderías de Lidia, la Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia y la Federación de Frisona de Castilla y León, en representación de las asociaciones ganaderas. En las reuniones también han participado científicos y técnicos especializados tanto en la enfermedad como en su transmisión entre ganado y animales silvestres.
Los encuentros mantenidos han supuesto un punto de acuerdo muy importante y un foro de debate que no solo ha servido para pulsar el sentimiento del sector ganadero, sino que también ha permitido a la Consejería hacer partícipe al sector del mecanismo de trabajo serio y responsable que se viene realizando en la materia, en un tema tan sensible y complejo como es la lucha contra la tuberculosis bovina.
Así, los aspectos fundamentales que se han consensuado en estas reuniones serán plasmados en una modificación de la Orden autonómica que regula la lucha frente a la enfermedad. Los cambios estarán centrados en el mecanismo de actuación en Ávila, Salamanca y Soria, dado que en el resto de provincias de Castilla y León ya se pueden realizar movimientos libres a cualquier cebadero en explotaciones que no han tenido cultivo microbiológico y que tienen historial de ejemplares libres de la enfermedad.
Adicionalmente, en las provincias de León, Burgos, Palencia, Segovia, Valladolid y Zamora, donde hay menos de un 1% de explotaciones con tuberculosis, se aplicará el protocolo de movimiento acordado a nivel nacional, en el que cumpliendo determinados requisitos, ante la detección de animales positivos se permite el movimiento libre a cualquier tipo de cebadero nacional.
Novedades
Los principales aspectos que serán incorporados en 2020 se concretan en lo siguiente:
Hasta ahora: cuando una explotación ganadera tiene resultados positivos a tuberculosis ve restringido su movimiento libre a cebaderos. Esta restricción de movimientos se mantenía un mínimo de cuatro meses y requería haber superado dos pruebas completas a todos los animales de la explotación ganadera con resultados negativos.
Novedad: con el mecanismo de trabajo acordado, este plazo se podrá acortar a dos meses y habiendo superado una única prueba con resultados negativos.
Hasta ahora: para poder hacer movimientos en explotaciones con positividad a cebaderos concretos, era obligatorio que en estas explotaciones se realizara una prueba completa a toda la explotación ganadera.
Novedad: a partir de enero de 2020 no será necesario realizar el saneamiento de todos los animales, sino solo de los animales objeto de traslado.
Hasta ahora: cuando un ganadero compra animales con origen en otras explotaciones ganaderas de riesgo, toda la explotación ganadera de destino se sometía a una nueva prueba completa para detectar tuberculosis bovina. Esto suponía que el ganadero tenía que recoger todos los animales para realizar el nuevo diagnóstico.
Novedad: a partir de 2020, en determinadas circunstancias, cuando se haya saneado en los seis meses anteriores y con posterioridad a la entrada de los animales de riesgo, solo se repetirán las pruebas de detección de tuberculosis en los animales concretos que hayan introducido de esos orígenes conflictivos.
Hasta ahora: si se detectaban animales positivos en una explotación que sustenta su producción en la venta de animales reproductores, ese ganadero tenía que esperar doce meses y haber superado tres pruebas diagnósticas con resultado negativo para poder hacer este movimiento.
Novedad: a partir de enero de 2020, verán reducido este periodo de restricción a cuatro meses y a la realización de dos pruebas negativas, cuando los ejemplares lleven tres años consecutivos sin la enfermedad.
En cuanto a la relación sanitaria de explotaciones (tomar medidas restrictivas en explotaciones próximas cuando se considera que puede haber riesgo de contagio), será automática cuando se compruebe que al menos un animal se ha saneado de forma conjunta con otras explotaciones. En el resto de los casos, la relación se motivará con un informe de los servicios veterinarios oficiales y se comunicará al ganadero.
Se mantiene el mecanismo de trabajo en relación a la estrategia de uso del programa ‘gamma interferon’ en explotaciones positivas (prueba complementaria mediante análisis de sangre).
Se hará un esfuerzo informativo de cada detalle que implica la aplicación del Programa Nacional de Erradicación de Tuberculosis Bovina, para afianzar la confianza y conocimiento del sector ganadero regional.
Se articularán medidas que ofrezcan garantías adicionales al sector ganadero en cuanto a los equipos de saneamiento en campo, para los que se estudiarán las posibilidades de mejora para su contratación. En relación con la problemática de fauna silvestre se realizará formación a personal específico en la realización de encuestas e investigación epidemiológica y de bioseguridad.
Traslado al Ministerio
Además, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se trasladarán al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación tres reivindicaciones: la posibilidad de aumentar los baremos de indemnización ante el sacrificio de animales positivos; que las explotaciones positivas puedan tener movimiento libre a cualquier cebadero; y el poder permitir movimientos de entrada a explotaciones positivas en determinadas circunstancias.
En definitiva, las mejoras consensuadas por este grupo de trabajo permitirán que el movimiento libre a cebaderos se acorte en el tiempo y que este movimiento se pueda hacer con una única prueba diagnóstica. Que los ganaderos que sustentan su producción en la venta de animales reproductores reduzcan el tiempo para poder realizar este movimiento, y se minimice la necesidad de manejo cuando se incorporan animales de explotaciones que posteriormente obtienen resultados positivos.
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, se pretende que el grupo sea vivo y continúe trabajando como un punto de encuentro entre el sector ganadero y la Administración Regional para que sirva como hilo trasmisor de las inquietudes del sector en materia de tuberculosis bovina. Todo ello siempre bajo la premisa y el objetivo de facilitar al máximo los movimientos entre explotaciones y minimizar el impacto de la aplicación del programa en las ganaderías afectadas sin menoscabar el estatus sanitario regional que se ha mostrado como un referente a nivel nacional.