La asociación 'La España que reúne', presidida por el exdirigente socialista Nicolás Redondo, ha unido a cerca de doscientas personalidades del mundo político, intelectual, académico, diplomático y económico para lanzar este jueves el manifiesto titulado "Cesar en la infamia", en el que piden al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, la destitución del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por cuestionar la normalidad democrática en España.
Entre las personas que han firmado el manifiesto destacan antiguos dirigentes del PSOE, como el expresidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina o el exministro del Interior en el Gobierno de Felipe González, José Luis Corcuera o el exalcade de La Coruña, Francisco Vázquez.
También suscriben el manifiesto antiguos y actuales políticos del PP como la exportavoz de la formación en el Congreso y actual diputada, Cayetana Álvarez de Toledo, o el exministro de Asuntos Exteriores con Mariano Rajoy, José Manuel García Margallo.
En el caso de Ciudadanos, firman actuales responsables políticos como el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, o algunos de los fundadores del partido como Xavier Pericay o Francesc de Carreras. Además, lo suscriben el filósofo Fernando Savater, y el exprimer ministro francés Manuel Valls.
Asimismo, suscriben el manifiesto entre otros el historiador José Álvarez Junco, los escritores Andrés Trapiello y Feliz de Azua, la filósofa Adela Cortina, Álvaro Delgado Gal, Rafael Spottorno, el exministro socialista y escritor César Antonio de Molina, el arquitecto Mariano Gomá, el periodista Hernando Calleja, que leyó en el homenaje a las víctimas de la Covid-19, Arcadi Espada o José María Múgica, hijo de Fernando Múgica, asesinado por ETA.
IGLESIAS, "AL LADO DEL CRIMEN"
El manifiesto carga contra Pablo Iglesias por sus recientes palabras poniendo en cuestión la normalidad democrática en España y le recuerdan sus declaraciones comparando al expresidente fugado de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont con los exiliados repúblicanos.
Así, censuran que España "no había tenido nunca hasta ahora un gobernante que no creyera en la dignidad democrática de su país, y así lo aventara al mundo para afrenta de la ciudadanía y desprestigio del nombre de España": "Un gobernante que se pusiera al lado del crimen".
Por ello, cargan contra el actual vicepresidente segundo por "socavar la imagen de España en un momento en que sus credenciales democráticas se ven oportunistamente puestas en duda por un ministro extranjero". "A la injuria se suma así la deslealtad, con sus propios compañeros de gobierno, con todas las instituciones del Estado y con una inmensa mayoría de españoles", añaden.
"DESPRECIA LA TRANSICIÓN"
Con todo, le reprochan el "doloroso ultraje" de comparar la situación de Puigdemont "y su holgada estancia balnearia en Bruselas", con la de miles de compatriotas "que dieron en el exilio, casi siempre miserable, a menudo atroz, tras la victoria franquista".
De hecho, arremeten contra la "torrencial chabacanería intelectual y moral que ha derrochado el señor Iglesias en su carrera política" y le acusan de ser "incapaz de comprender la importancia histórica" y de "despreciar la Transición".
"Las bofetadas a las víctimas del terror y los halagos a los criminales forman parte sin sombras y ocultaciones de su escaso bagaje. Como en aquella ocasión en que, buscando el aplauso de los fanáticos, alabó la perspicacia de ETA, por haber sido la primera en darse cuenta de que nuestra Constitución del 78, mero papelito a su decir, no había traído ninguna democracia digna de tal nombre, avalando así implicíticamente la larga historia de terror de ETA", censuran.
CARGAN TAMBIÉN CONTRA PEDRO SÁNCHEZ
En el manifiesto, los firmantes también arremeten contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por invitar a Pablo Iglesias a formar parte del Ejecutivo, "después de que durante la campaña electoral negara su intención de formar gobierno con Unidas Podemos".
"Bien, el experimento ha agotado su curso. Ningún logro, ningún esfuerzo loable se le conoce al Sr. Iglesias en el ejercicio de su cargo. Hacer declaraciones imperdonables y ver series de televisión mientras parecen ser los únicos contenidos de su cartera y de su "amplio propósito" para la legislatura", exponen.
Por último, reafirman la idea de cesar "inmediatamente" a Iglesias porque, los intentos de disculpar su conducta, "comprometen a todo el gobierno". "La democracia española no se puede permitir la presencia de un pirómano en el Consejo de Ministros. Ante la historia quedará la responsabilidad de quien lo nombró", sentencian.
FRANCISCO IGEA
El vicepresidente de la Junta y portavoz, Francisco Igea, ha pedido que cese "la infamia" de tener un vicepresidente, Pablo Iglesias, que se dedica a calumniar en público a la nación española y quien habla de que en España hay exiliados o presos políticos, "es intolerable", ha subrayado.
Así se ha pronunciado Igea sobre la firma del manifiesto 'Cesar en la infamia' impulsado por la asociación 'La España que reúne' en el que se pide a Pedro Sánchez, "que fue quien nombró al vicepresidente", la destitución de Pablo Iglesias por cuestionar la normalidad democrática en España.
Al respecto, el portavoz de la Junta ha asegurado que no puede estar en el Gobierno "quien cree que ese gobierno no es una opción democrática", por lo que para Igea debería de estar en la oposición, a lo que ha añadido que quien "denigra" el nombre de su nación y se alinea "con países poco democráticos" como lo ha hecho Pablo Iglesia, "no debería ser vicepresidente".
Y que Pablo Iglesias no sea vicepresidente del Gobierno depende de quien le nombró, el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez.
"El vicepresidente del Gobierno debe cesar en la actitud infame hacía nuestra nación. No puede difamar en público a la nación española" ha insistido Francisco Igea, quien ha tachado de "intolerable" que Pablo Iglesias hable de que en España hay exiliados y presos políticos y que no hay que proteger de la difamación a las víctimas del terrorismo.
Asimismo, ha asegurado que un vicepresidente de Gobierno "no puede decir que vive en una nación no democrática" cuando España lleva "sus mejores cuarenta años de Democracia".