La contienda de este 13 de febrero se desarrolló finalmente por los caminos esperados. No hubo sorpresa y la victoria del PP es agridulce, pues casi con toda seguridad, deberá contar con los de Abascal si quiere formar gobierno. Un triunfo, que, por otro lado, no aclara el futuro del líder nacional de los Populares.

Tarde de emociones en la que según avanzaba el recuento, las opciones de la izquierda de desalojar de las Cortes a su actual inquilino, Alfonso Fernández Mañueco se fueron esfumando. A pesar de su esfuerzo por movilizar a su electorado, las formaciones progresistas acabaron por no conseguir su objetivo. Los socialistas perdieron fuelle respecto a hace dos años y Unidas Podemos sigue en caída libre en la Comunidad. Solo Pablo Fernández conservará su sillón en el hemiciclo castellano y leonés.

Nueve escaños menos desde 2015

Pablo Fernández a su llegada a la sede de Unidas Podemos

Pablo Fernández, el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Junta, llegaba al cuartel general de la formación, en la vallisoletana calle Santuario, poco después de la 19:30 horas. Curioso, porque el lugar elegido es un espacio de coworking llamado Gazpacho de cerezas, una sopa fría como frío se fue quedando el ambiente en la sede morada conforme avanzaba el recuento.

Hasta los últimos momentos, UP estuvo peleando al PSOE su segundo escaño en Burgos, algo que finalmente no tuvo lugar. El partido que forma parte del Gobierno de Coalición en Madrid conserva sólo uno de los dos escaños que tenía en el parlamento regional. Los morados han perdido casi 100.000 votos y 9 escaños en Castilla y León desde 2015.

Férrea oposición a la ultraderecha

Pasadas las 22:30 el candidato morado a la Junta comparecía en rueda de prensa para valorar los resultados de su formación. Visiblemente decepcionado, arremetió contra Mañueco y Casado: "Me preguntaría si a Casado y Mañueco les ha merecido la pena convocar elecciones anticipadas" y calificó de "lamentable" ver al candidato popular celebrando un resultado que "apuntala a la ultraderecha y permite que marque las políticas en Castilla y León".

Pablo Fernández afirmó que ante estos resultados no tiene pensado dimitir ya que, "estoy con fuerzas. Me presenté en Castilla y León y quiero seguir trabando aquí. Debe haber una fuerza progresista para hacer frente a la derecha y a la ultraderecha".

Por otro lado, y tras conocerse las cifras definitivas, el líder de Unidas Podemos en la región indicó que toca "analizar bien los resultados y reflexionar en los próximos días en un contexto muy preocupante". 

El candidato a la presidencia de la Junta por la formación morada terminó reincidiendo en que "España es una anomalía en Europa, porque en Castilla y León vamos a abrir la puerta a la ultraderecha" lo que para Fernández supone "un ataque a los valores democráticos de este país"

Valoraciones iniciales

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La primera en comparecer en rueda de prensa tras el cierre de los colegios electorales fue María Sánchez, candidata de los morados a las Cortes de Castilla y León por Valladolid quien valoró positivamente, aunque con prudencia, los datos de participación.

La concejala del Ayuntamiento vallisoletano incidió en que las cifras eran “muy similares a las pasadas elecciones con un incremento en las zonas urbanas y una bajada en las rurales”, lo que en palabras de Sánchez no permitía a esa hora “sacar ninguna conclusión”, aunque destacó que “en principio puede ser una buena noticia”.

Hasta el bastión morado se acercaron también para arropar al líder regional Juan Gascón coordinador general de IU-CyL y candidato a las Cortes por Burgos, así como Manuel Saravia y Alberto Bustos, ambos concejales de Valladolid Toma la Palabra en el consistorio vallisoletano. Todos ellos acompañaron a Pablo Fernández en el análisis de los resultados obtenidos.