El Partido Popular ha ganado las elecciones del 13-F en Castilla y León, si bien se trata de una victoria amarga, puesto que lo hace con una mayoría insuficiente que le obliga a ponerse de acuerdo con Vox para gobernar la Junta durante los próximos cuatro años. Precisamente lo que no quería Alfonso Fernández Mañueco -ni tampoco el presidente nacional del partido, Pablo Casado- cuando convocó de forma anticipada elecciones el pasado mes de diciembre. Esa mayoría para gobernar en solitario pasa ahora por dar cabida en su gobierno a la lista liderada por Juan García-Gallardo.
Abascal: "Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno"
De hecho, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ya ha avanzado esta noche que pedirá un lugar destacado en el gobierno de la Junta para su candidato: "Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García-Gallardo", ha lanzado en toda una declaración de intenciones ante sus acólitos en Valladolid, descartando así permitir un gobierno en solitario de los populares en Castilla y León. Vox no exigirá "ni más ni menos" de lo que le corresponde, tras haber obtenido 13 procuradores frente a un representante en la legislatura pasada. De ahí que apuntara que su formación tiene el "derecho" y el "deber" de formar gobierno en Castilla y León.
Además, el líder del Vox celebra que los resultados están "por encima" de sus expectativas, con representación en ocho de las nueve provincias de la Comunidad. En sus primeras declaraciones ante decenas de seguidores en el hotel de cinco estrellas en Arroyo de la Encomienda, Santiago Abascal ha señalado que "España quiere más Gallardos y menos Rufianes".
Además, ha asegurado que Vox es "el partido útil para parar a comunistas, separatistas y terroristas. Y muy pronto Vox será quien eche a Sánchez del poder", ha proclamado Abascal. "Seremos también sus tribunos para defender sus intereses", ha concluido.
Mañueco defiende "un gobierno del PP con diálogo y acuerdo"
Apenas unos minutos después, Alfonso Fernández Mañueco ha comparecido ante los suyos y más de una treintena de medios acreditados de todo el país: "El Partido Popular ha ganado las elecciones en Castilla y León, empieza un nuevo futuro para esta tierra", y ha asegurado sentirse "muy orgulloso" de los resultados, y asegura que el mandato es claro: "Un gobierno del PP con diálogo y acuerdo, y así voy a actuar, voy a iniciar el diálogo con todas las fuerzas políticas".
El Partido Popular ha obtenido 31 escaños (dos más que en 2019), el PSOE un total de 28 (7 menos), VOX 13 (+12), UPL 3 (+2), Soria ¡Ya! 3 (+3), Unidas Podemos, uno (-1), Ciudadanos uno (-11), Por Ávila, 1, conservando su representación.
Gran fracaso del PSOE: Tudanca deja la puerta abierta a su marcha
El candidato socialista, Luis Tudanca, no ha ocultado su decepción, y ha reconocido que lo ha dado "todo" y se ha "vaciado trabajando por esta tierra que tanto quiero, pero no ha sido suficiente". Tudanca ha felicitado al PP por ganar las elecciones y a Soria Ya y UPL por "sus excelentes resultados", y ha dejado la puesta abierta a su marcha al subrayar que "otros vendrá que harán más y conseguirán el cambio para esta tierra"
La España Vaciada se desinfló pero Soria ¡Ya! da la campanada
El empuje final del PSOE no ha sido suficiente ante la suma de fuerzas de la derecha, sin posibilidad de asociarse a su izquierda con Podemos, que se ha quedado en un exiguo diputado autonómico. Tampoco la España Vaciada ha resultado decisiva para condicionar el gobierno. A pesar del espectacular resultado de Soria ¡Ya!, que ha logrado 3 procuradores autonómicos -de los 5 que se eligen en la provincia-, la marca España Vaciada no ha logrado entrar en el arco parlamentario castellano y leonés, tal y como esperaban cuando concurrieron contrarreloj a la inesperada cita electoral.
Ciudadanos queda finiquitado
Sí se ha cumplido uno de los objetivos que motivaron la convocatoria electoral: finiquitar a Ciudadanos, su hasta ahora socio de gobierno, que se ha quedado reducido a un parlamentario, precisamente el exvicepresidente Francisco Igea. De nada ha servido la intensa campaña electoral desplegada por la formación naranja, que sólo obtiene un diputado por Valladolid.