“Un instante. Palpitaciones, sudor, angustia y pérdida absoluta de fuerza. Debilidad extrema y sensación de que todo va a acabar. Camino del hospital. Siempre con ella. Unos minutos en la sala. Vuelta a esa realidad donde todos somos iguales. En camisón y con el culo al aire. Electro, analítica, ecografía todo parece correcto, hasta que los análisis dicen que te va a tocar quedarte y echarles un ojo a las coronarias”, asegura Francisco Igea, el procurador electo por Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León tras el 13-F, narrando su paso por el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

Igea contaba el pasado miércoles que había sido ingresado en el centro hospitalario vallisoletano ante un episodio de “dudosa angina”, como él mismo informaba a través de Twitter. 

El de la formación naranja sigue su relato de los hechos asegurando que “no es el hombre más valiente del mundo” y “ella lo nota”, en referencia a la enfermera que le atendió. ““¿Preocupado?” Dice mirándome a los ojos con su pijama azul oscuro y su pelo rojo. “La verdad es que no tenía previsto morirme mañana”. Sonríe y posa su mano sobre mi hombro. En este oficio de la medicina una mano, a veces, es más terapéutica que una tonelada de medicamentos. Todos son extraordinariamente amables”, añade en su publicación de Facebook.

El de Ciudadanos informa que habló, una vez en el hospital, con sus dos hijos que son “lo mejor de una vida llena de errores y de pasiones”.

“Una cardióloga y dos residentes me explican que el cateterismo será a primera hora y que según esté se tomaran decisiones sobre la marcha. Profesionales. Mi mujer vuelve con lo imprescindible para una noche. El cargador del móvil, el libro y las zapatillas”, añade.

Igea añade que tras “su duodécima PCR y un sándwich de jamón y lechuga” acaban “subiéndole a planta”. “Cuesta dormirse pensando si habré vivido con la suficiente pasión y la suficiente integridad para no ser recibido con cajas destempladas en el más allá. En esos momentos de soledad es cuando uno valora cada día de sol, cada sonrisa y cada abrazo que te han regalado”, explica.

Añade que “consigue dormir un buen rato” hasta que “a primera hora de la mañana” a eso de las 7.45, “le bajan a hemodinámica”. “Los fluorescentes de los pasillos van pasando sobre mi cabeza. Un último beso. Después se abren las puertas y pijamas verdes con chalecos de plomo se acercan sonrientes, generando seguridad y confianza”.

Todo dura una eternidad y un segundo. La eternidad que tardas en saber que tienes aún coronarías para rato y el segundo, fugaz e intenso, en el que sabes que volverás a verlas”, añade.

El procurador electo por Ciudadanos tras el 13-F añade que “hoy millones de personas sufren el horror de la guerra, la pérdida de sus sueños, de sus esfuerzos y de sus seres queridos” pero ensalza que “ahora que entra el sol por la ventana de su casa agradece cada día que le queda en esta tierra”.

“Cada día es un día para poder intentar trabajar por un mundo mejor. Un mundo al servicio de la vida, de la justicia y de la libertad.  Gracias a todos los que me habéis mandado mensajes de afecto y preocupación. Aún nos quedan días de sol. Empleémoslos en la noble tarea. Corramos la carrera hasta la meta”, finaliza.

Fuentes del partido naranja aseguran, en declaraciones a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León, que Igea está en casa recuperándose tras el ingreso.

 

 

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